No será la última vez que la A-92 sufra problemas en Granada

03.03.10 – 01:16 – J. R. V. | GRANADA.

El agua ha sido la causante del desplome de la A-92. «La humedad y el agua son los principales enemigos de cualquier construcción. El líquido cambia el comportamiento de los materiales y al parecer esa zona estaba saturada de agua». La afirmación es de Antonio Menéndez Ondina, ingeniero de caminos y actual profesor de Procedimientos de Construcción en la Universidad de Granada, quien ha pasado 25 años de su vida haciendo carreteras, entre otras la A-92, además de otras construcciones.

La geología granadina es «muy dura» e influye «bastante en la inestabilidad del terreno» y los deslizamientos. Cuando «llueve o aparece cierto nivel de humedad» emergen todo este tipo de problemas. Por ello, «ni ha sido la primera ni será la última vez que la A-92 tendrá problemas en el tramo de Granada, aunque ojalá nos podamos equivocar y o sea así».
Este ingeniero de caminos confiesa que el «tramo comprendido entre Granada y el río Fardes, antes de llegar a Guadix, es el de más riesgo de toda la autovía» que une a la comunidad autónoma andaluza.
«Hoy en día hay nuevas técnicas para afianzar el terreno y evitar la inestabilidad, mucho más avanzadas de las que existían hace 18 años cuando se construyó esta autovía, seguro que hoy se hubiera construido bajo otros criterios».
La Junta de Andalucía logró en aquel entonces unir las ocho provincias andaluzas, pero a bajo coste. Mientras en Andalucía se pagaba cada kilómetro de autovía a un precio x, en el resto de comunidades se abonaba el doble e incluso el triple. Las consecuencias están a la vista. «Todas las obras de ingeniería tienen un riesgo, todas, eso es algo innato al ser humano. Pero ese riesgo se rebaja conforme aumenta la financiación, la inversión», comenta.
Este destacado ingeniero granadino también subraya que no hay nada seguro, pero «algunas obras complementarias mejorarían mucho todo el terreno afectado».

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