Las fiestas suponen la renovación del voto al milagro de la Virgen en el año 1653
12.09.10 – 02:26 – TEXTO Y FOTOS: J. J. PÉREZ |
La tierra de Jérez del Marquesado se pega a las suelas de los zapatos de sus habitantes y es difícil deshacerse de ese contacto, Jérez va con ellos donde quiera que vayan. «Esto es otro mundo», dice Paloma Salcedo, vecina de la localidad, «son unos lazos muy fuertes», continúa. La riqueza natural de la tierra, la cercanía de las cumbres de Sierra Nevada pueden o la a las formas del pueblo pueden ser algunas de las razones de este arraigo.
Jérez del Marquesado es un pueblo fiel a si mismo, a sus habitantes y a sus costumbres. Los vecinos dicen una y otra vez que es un pueblo tranquilo. ¿Tranquilo? Está claro que no es durante las fiestas de la Virgen de la Tizná. «Los jerezanos saben vivir muy bien estos días de fiestas y tienen muy claro el protagonismo de la Virgen, pero no pierden un minuto para divertirse», dice Antonio Gómez.
Las fiestas suponen la renovación anual del voto que el pueblo realizó como consecuencia que la, según la Leyenda, la Virgen de la Purificación obró en 1653 y que supuso la vuelta a la vida de tres mozos de la localidad tras ser alcanzados por un rayo. Todos los actos que se realizan están motivados por ese voto: los balcones engalanados, los castillos del día de las barreras, los toros…
El ‘Día de las Barreras’ el pueblo no duerme. Es el momento en el que tracionalmente se terminaba de acondicionar las barreras para los festejos taurinos, lo que terminaba en una gran fiesta por la conclusión de sus trabajos. Los jerezanos alternan castillos de fuegos artificiales con el baile de pasodobles y otras piezas musicales, se baila en parejas, en filas, en ruedas y bailan todos, grandes y pequeños.
La charanga musical fracasa cada año en el intento de despertar a los jerezanos para la fiesta. Los vecinos enlazan la noche con la madrugada y los encierros y se suman al desfile musical sólo interrumpido por la visita a distintas casas de la localidad donde son recibidos con un tentempié. Después vienen los encierros y ls preparativos de los toros.
Las fiestas de Jérez del Marquesado son invariables en el calendario, siempre se celebran del 8 al 12 de septiembre y siempre se celebran según un guión que se sigue de generación en generación. Cada día tiene su nombre en el calendario, el de la Virgen, el del voto, el de las barreras, los toros y finalmente el de la carne.
Los jerezanos presumen. Presumen de ser un pueblo solidario, presumen de haber dado el cobre con el que se acuñó la primera peseta, presumen de su historia y hasta presumen de que sus fiestas son organizadas por los propios vecinos. Este año Aurelio Hernández ha asumido la responsabilidad de ser el presidente de las fiestas, en su trabajo le ayudan casi 800 mayordomos, quienes se reparten las cuentas de las fiestas.
Los jerezanos siempre regresan a casa, algunos son obstinados, como José Peralta, ‘El Churrete’, quien con un plato de rin-rán de bacalao en la mano, asegura que durante un año volvió desde Barcelona en 32 ocasiones por carretera. Otros vuelven para quedarse, como Carlos García, quien fijó su domicilio en el pueblo de sus padres después de vivir 32 años en Valencia.
Otros son más comedidos. Juanjo Gallardo regresa desde Extremadura para Navidad, la Semana Santa, los fines de semana del verano y, sin dudarlo, durante toda la primera quincena de septiembre. Algo parecido hace Antonio García desde Jaén, quien asegura que los jerezanos «necesitan venir». Los vecinos también contagian su pasión por la tierra a quienes les acompañan: «Quien viene a las fiestas de Jérez repiten», dice Paloma Salcedo y así hace la novia de Antonio, Paqui Carrión, quien dice no haberse sentido nunca forastera entre las gentes del pueblo.
Hoy terminan las fiestas de Jérez, después llegará el invierno y las conversaciones de los vecinos frente a las chimeneas, a las pequeñas fiestas familiares que son celebradas por todo el pueblo. Jérez del Marquesado calentará el duro invierno con un extenso calendario festivo hasta el próximo septiembre.
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