El que fuera obispo de Guadix, el almeriense D. Fco. Alejandro Bocanegra y Jivaja, siendo arzobispo de Santiago de Compostela, escribe una carta al Deán y Cabildo de la catedral de Guadix en la que relata la romería que realizó al monasterio de Celanova para ver, adorar y rezar ante las reliquias de S. Torcuato de las que se llevó un dedo que puso en su oratorio privado. Año 1776

D. Francisco Alejandro Bocanegra y Givaja rigió la diócesis de Guadix desde 1758 hasta 1773 en que fue nombrado como arzobispo de Santiago de Compostela. Tres años antes de su muerte escribió la siguiente carta al Ilmo. Sr. Deán y Cabildo de la Santa Iglesia Apostólica catedral de Guadix:

El amor que conservo a nuestro Apóstol y Patrono San Torcuato me movió a hacer una romería al Monasterio de Zelanova, con el fin de visitar sus santas reliquias. Logré esta fortuna, por tanto tiempo deseada, acompañándome el Señor Obispo de Orense, en cuya diócesis está el expresado Monasterio.

El consuelo que sintió mi espíritu, al ver y adorar los sagrados huesos de aquel héroe que dio a esa región la primera luz de la fe y la dejó regada con su sangre, consumando su vida con un glorioso martirio, ni cave en mi corta expresión ni puede reducirse a términos de aquellos que ordinariamente usa la humana elocuencia. Postréme ante sus reliquias con la mayor veneración que pude y acordándome de la gran tibieza e imperfección con que había gobernado sus ovejas en los quince años que estuvieron a mi cuidado, como indigno sucesor suyo, le pedí mil perdones de todos mis defectos, encomendándolas de nuevo a su protección y haciendo la memoria que era debida de mi amado Cabildo que es la porción más principal de todo ese rebaño.

Espero que no hayan sido desatendidos mis votos y deseos explicados en dos sacrificios que ofrecí a presencia de la cabeza y corazón del Santo Patrono. Estas dos reliquias preciosísimas son las únicas que logré ver, porque el resto del santo cuerpo está reservado en un arca, la que por precepto del Padre General no se abre con ningún motivo ni aún puede abrirse, porque a más de haberse impuesto excomunión para ello, la tal arca está cerrada de conformidad que sin hacerla pedazos no se puede abrir, a cuya providencia han dado ocasión las demasiadas extracciones de reliquias que habían hecho los Abades para satisfacer la piedad de algunos Magnates devotos. No obstante me traje hacia acá un dedo, que por dicha mía se había a prevención reservado por si se ofrecía alguna ocasión semejante. Este lo tengo ya colocado en mi oratorio para que me sea mayor recuerdo de mis obligaciones antiguas y me excite con mayor eficacia a encomendar a nuestro Santo Patrono esas mis amadas ovejas que siempre serán mi objeto y no extrañe V.I  el que le haya fatigado con esta importuna relación atendiendo a que el renovarle mi cordial voluntad es un tributo debido al mucho favor que le merecí y también a que habiendo yo hecho esta romería en calidad de sucesor de nuestro Santo Patrono la juzgo como un obsequio grato a quien tanto se interesa en sus alabanzas; siendo al mismo tiempo muy conforme a razón el que yo me congratule de mi fortuna con quien, sin dejar de sentir en ella especial complacencia, me tendrá una envidia santa, por lo que yo he logrado y quisiera a toda costa ser también partícipe de esta dicha.

Quedo todo a la disposición de V.I. con la más verdadera deferencia, deseoso de emplearme en sus satisfacciones y rogando a Ntro. Sr le prospere y guarde muchos años en su santa gracia.

Santiago y Noviembre 27 de 1776

Francisco Arzobispo de Santiago

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix

Autor: José Rivera Tubilla

2 comentarios en «El que fuera obispo de Guadix, el almeriense D. Fco. Alejandro Bocanegra y Jivaja, siendo arzobispo de Santiago de Compostela, escribe una carta al Deán y Cabildo de la catedral de Guadix en la que relata la romería que realizó al monasterio de Celanova para ver, adorar y rezar ante las reliquias de S. Torcuato de las que se llevó un dedo que puso en su oratorio privado. Año 1776»

  1. EStoy muy interesado en la vida y peripecias de este Obispo, Despues Arzobispo e insigne personaje (teologo ademas de orador reputadísimo). mi felicitación por el artículo cuya anetdota desconocía.

    Otro de mis antepasados tambien estuvo por esas tierras y en el Archivo diocesano creo que tiene que exsitir numerosas referencias a él, se llamaba Rafael Aynat fue coregidor de esa PLAza en la epoca previa y de la invasión napoleonica. Si el Autor de esta Jose Ribera tuviera la amabilidad de contactar conmigo podriamos intercambias informacón interesante

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