Año 1957 |▷ La GRIPE ASIÁTICA por el semanario ACCI

YA ESTÁ EN ESPAÑA UN VIRUS VIAJERO “EL A SINGAPUR 1/57”

Gripe
Gripe

En el nº 136 del semanario “ACCI” de 12 de octubre de 1957, hace la friolera de 64 años, se publicaba este artículo que he creído de interés porque nos puede servir para comparar las circunstancias que posibilitaron la expansión del virus de 1957 con la pandemia que padecemos desde 2019.

“Gracias a Dios, y a pesar de las buenas comunicaciones que hoy unen a todo el mundo, la gripe asiática y su virus «A Singapur 1/57» sólo avanzan a una velocidad media de cinco kilómetros por hora.

Desde que se inició la epidemia hasta la fecha, han transcurrido muchas jornadas de angustia y prietas de miedo hacia una cosa semidesconocida.

La gripe, vulgar y corriente, se ha extendido por todo el orbe y no ha dejado zona por visitar. España, antes no envuelta por la enfermedad, ahora, con la llegada del otoño, la humedad, el frío y cualquier otro cambio climatológico, se ha visto con la epidemia en su casa. Y puede hacer mella en nosotros. Y de distintas formas: como un vulgar catarro fuerte o como algo mucho más temible.

La denominación de «gripe asiática» como cosa nueva y original, es algo risible. Todas las pandemias, desde la de 1173, descrita por Hirch, tuvieron siempre su origen en Asia o en la parte oriental de Rusia, progresando el mal de Norte a Sur de y Este a Oeste. Salvo la epidemia de 1510, que se difundió desde la isla de Malta, todas las demás llegan del gran continente asiático, cuna de la Humanidad, de las miserias y de muchas enfermedades.

Lo que ocurre es que Asia lo retransmite en forma de pequeños focos aislados, con navegantes portadores de virus, en formas benignas, y luego hace su explosión de manera torrencial.

Resulta que el «A Singapur 1/57», como todos sus antecesores, es un viajero empedernido que gusta de conocer nuevos horizontes en estado semilatente.

Siempre hace el mismo recorrido: primero, Asia; luego, norte y centro de Europa; después, países meridionales. Al ir pasando por diferentes meridianos y paralelos parece que suaviza su agresividad de nacimiento, y al llegar a las orillas del «Mare Nostrum» lo hace con franca benignidad.

El virus de la “gripe asiática” llegó, viajero empedernido, como polizón a bordo de un trasatlántico no identificado que desembarcó el 30 de julio último en Rotterdam (Holanda) varios pasajeros enfermos. Una de las causas que originan más víctimas, en parte, es porque sus gérmenes vagan asociados con otros más virulentos, acaso el de la peste, o por prender en personas ancianas y enfermas.

Terreno abonado, pues, son los ancianos, niños, cardíacos, tuberculosos; los que han sufrido alguna enfermedad, como bronquitis, pulmonía, catarros crónicos, anginas, catarros nasales…

Debido a lo tardíamente que ha llegado a nuestro continente, es posible prevenirse satisfactoriamente contra los estragos que produce. Las vacunas se fabrican a ritmo creciente en todos los países con una farmacopea desarrollada.

En Estados Unidos, España, Francia, Suiza, Rusia, etc., etc., los laboratorios trabajan a una marcha acelerada. Es una lucha contra el reloj y contra ese cuenta kilómetros lento que sólo marca: cinco kilómetros por hora.

Para la “gripe asiática el mejor remedio es la prevención.

Uno, sí puede hacer frente, con valentía e importándole todo un comino, a la gripe asiática estando vacunado.

Toda vacuna se prepara inoculando virus en el embrión de un pollo o de una gallina. Por eso, hasta que no se ha conocido ciertamente cuál es el germen que la produce no ha sido posible fabricar una vacuna preventiva. Existen distintos virus, éste se ha bautizado con ese hombre porque fue observando por ver primera en Singapur en enero de 1957. Existen cuatro tipos de virus, todos idénticos y con muy pequeñas variantes: A, B, C y D.

Este es del tipo A, pero las vacunas eficaces contra los otros virus de esta familia no pueden nada contra él. Al microscopio electrónico se presenta bajo el aspecto de pequeños granos redondos y de bastoncillos alargados con un grosor de 85 y 100 millonésimas de milímetro de diámetro.

Por lo demás, lo que retransmite es una gripe vulgar y corriente con mayor o menor virulencia. Los rusos han ideado una vacuna endonasal, imitación de una suiza, que se absorbe por pulverización en la nariz.

En los Estados Unidos existen 502.000 dosis de una vacuna eficaz en el 70 por 100 de los casos: ocho millones de dosis han sido puestas desde primeros del mes de septiembre, y no habrá sesenta millones hasta febrero para una población de ciento setenta millones.

En febrero la epidemia habrá terminado si marcha a este ritmo. En Francia, es el Instituto Pasteur quien se encarga de fabricar las dosis necesarias, bajo las órdenes directas de Mlle. Cateigne. Pero aconseja, hasta que el cupo sea cubierto, que se tomen vitaminas B (sobre todo B 12), C (que se encuentra en la naranja y el limón), de tomar alimentos ricos en proteínas y berros, que contienen antibióticos.

En España, la Escuela Nacional de Sanidad prepara su vacuna antigripal, y ante la aparición de algunos casos aislados y la llegada del otoño ha comenzado la vacunación de las personas más necesarias del país. La vacuna española es fabricada: para una dosis (14,90 pesetas) para cinco (cinco centímetros cúbicos y 70 pesetas) y para diez (diez centímetros cúbicos y 130 pesetas).

Una vacuna eficiente y que en nada tiene que envidiar a las que se crean en otros países. No deben vacunarse sin consultar a su médico los que padezcan del hígado, tengan enfermedades de la piel o sean alérgicos a la clara de huevo. A veces, por otras causas, tampoco pueden inyectarse el remedio y siempre han de pedir consejo a los facultativos.

Todo aquel que se note con lo que vamos a decir a continuación puede pensar en lo peor y avisar rápidamente al médico: fiebre que puede ser alta, 38 y 39 grados, dolor intenso de cabeza, sensación de quebrantamiento, signos catarrales de aparato respiratorio, desmadejamiento y conjuntivitis.

Luego, tres o cuatro, hasta cinco, días en cama; reposo absoluto; asistencia médica; sudar lo más posible; alimentarse ligeramente con viandas azucaradas. Pueden prescribirse antibióticos, terramicina particularmente, extractos suprarrenales, sangrías en los edemas del pulmón, y para sostener el corazón: oxigenoterapia, alcanfor… En los casos graves hay que recurrir a la hibernación.

Se ha visto que, con ser algo benigna, también ha causado muchas víctimas en proporción variable según los países. El virus puede penetrar en los conjuntos nerviosos (meningo-encefacilitis) y provenir la muerte. En la India han fallecido 10.00 personas.

A la pregunta de que si es más grave que una gripe normal, podemos contestar: sí y no. ¿Por qué? Existen personas con gran cantidad de anticuerpos y defensas que pasan por alto la enfermedad. Una deficiente vacunación puede perjudicar más que si no se hubiera vacunado, etc. Pero en realidad no hay que temer mucho si penetra masivamente aquí en España; es casi inofensiva.

La enfermedad en sí misma, salvo complicaciones, es de corta duración y después de doce días de convalecencia es necesario que el organismo se adapte otra vez a sus condiciones antiguas de vida normal a causa de la fatiga, falta de apetito, falta de fuerza, un poco de tos y algunas décimas de fiebre, por la mañana y al atardecer.

Las mujeres en cinta deben desconfiar de todos los virus; el de la gripe asiática no parece especialmente peligroso para ellas, pero deben tener cierta prioridad en ser vacunadas.

Para evitar contagiarse no se deben frecuentar los cines ni los locales públicos cerrados, evitar los transportes en común. Si la epidemia llega, les niños no deben asistir a la escuela, ni los demás estudiantes.

Otros consejos: Efectuar ejercicios respiratorios, gargarismos, inhalaciones y pulverizaciones de preventivos por la nariz y garganta. Y evitar todo contacto, pues es muy contagiosa”.

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