La primera fuente directa que conocemos de la Hermandad de la Flagelación o del Santísimo Cristo de la Columna, está fechada en 1780, momento en que el obispo, don Bernardo de Lorea, aprueba sus constituciones, aunque sus orígenes deben de ser anteriores, entorno al 1700, fecha en que se erigen el resto de Hermandades que desarrollaban su actividad en la Iglesia de San Francisco.
En sus orígenes, todos los hermanos eran de luz, sus principales cometidos eran, la asistencia a la procesión con el Santísimo Cristo, en la tarde del Jueves Santo, desde la Iglesia de San Francisco, donde se iniciaba el cortejo, acudir a los Cultos en Honor de su Titular, en la fiesta de la Ascensión del Señor, y acudir al entierro de los Hermanos difuntos.
La Invasión francesa debió incidir de manera negativa en la Hermandad, ya que el inventario de bienes realizado por los Franciscanos en 1981, desvela las cuantiosas pérdidas sufridas por la Hermandad.
No sabemos con certeza, lo que motivó en el año 1906 para que la Hermandad redactase nuevos Estatutos, que se conservan íntegros, en los cuales como dato decisivo para el futuro de la corporación, se aprueba el cambio de residencia canónica a la parroquia de Santa Ana, en la cual ha permanecido hasta nuestros días.
En los referidos estatutos de 1906, conocemos más detalles de la vida de la corporación, que se guían siendo, su salida procesional en la tarde del Jueves Santo, asistencia al entierro de los Hermanos, y a los Solemnes Cultos en la Solemnidad de la Ascensión del Señor. El número de Hermanos se establece en doscientos, no pudiendo ingresar en la Hermandad los que excedan de 60 años. En el capítulo de enseres se hace referencia a las andas procesionales, un estandarte de color morado, y de seis hachetas, dos para escolta del estandarte, y cuatro para la Sagrada Imagen.
Durante los años difíciles, de la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, según anotaciones en el libro de actas de la Cofradía, se encontraba en precario, aunque mantiene vida interna, sin realizar a veces la Procesión.
Durante la Guerra Civil, la Venerada Imagen del Cristo de la Columna, permanece oculta, junto con las de mayor devoción de la Iglesia de San Francisco, evitando su profanación, por parte del Bando Republicano.
Terminada la Contienda Civil, se inician con cierta regularidad los Cultos en Honor de la Sagrada Imagen; su reorganización se va ha relacionar con el gremio de carpinteros, que desde un primer momento se hace cargo de sus cultos así como de la realización de enseres, reservándose para día de su salida procesional el Martes Santo.
En los años noventa incorpora, una Imagen Mariana, para realizar la Estación de Penitencia junto al Cristo de la Flagelación, María Santísima del Refugio, que junto con la creación de cuadrillas de costaleros para ambos pasos, ha supuesto un auténtico revulsivo para la Hermandad.
La Flagelación, se trata de una Hermandad de gran arraigo popular en el Barrio de Santa Ana, que ha desatado múltiples vicisitudes, a lo largo de su Historia, pero con el orgullo de conservar la impresionante Imagen del Cristo de la Flagelación, que en la actualidad es la única en la ciudad de Guadix, que se conserva desde el origen de la fundación de la Hermandad hasta nuestros días.
SEDE CANÓNICA
Parroquia de Santa Ana
DESCRIPCIÓN DE LOS HÁBITOS
En el tramo del Santísimo Cristo, hábito y capuchón fucsia y capa blanca.
En el tramo de la Santísima Virgen, señoras con la tradicional mantilla negra.
ENSERES DESTACADOS
Varas de presidencia diseñadas y ejecutadas en los talleres sevillanos de Villa Real, cinceladas en alpaca plateada.
DESCRIPCIÓN DE LA TALLA DEL PASO
El Paso del Santísimo Cristo de la Flagelación es de madera tallada por el colectivo de carpinteros de la ciudad de Guadix hacia 1.940, utilizando los restos del artesonado del Palacio Episcopal, destruido durante la Guerra Civil en su parte superior. Posee catorce bajorrelieves con las escenas del Vía-Crucis y es de un gran valor sentimental para la Hermandad. Se han iniciado las gestiones para la realización de un nuevo paso, de mayores dimensiones. El paso de María Santísima del Refugio, es de estilo Barroco, en alpaca plateada, realizado en varias fases.
ESCULTOR DE LA IMAGEN
El Santísimo Cristo de la Flagelación o de la Columna representa el momento en que Cristo acaba de ser flagelado, se trata de una magnífica talla barroca, de finales del siglo XVI, o principios del siglo XVII. Su autor es anónimo, de la escuela granadina, aunque recientes estudios realizados por la Hermandad lo atribuyen a Diego de Vega, discípulo de Pablo de Rojas.
Acompañan al Cristo flagelado en la Estación de Penitencia, sobre el paso un soldado romano y un sayón; ambas figuras son tallas en madera, de vestir, de reciente factura, formando un Misterio de gran devoción popular.
María Santísima del Refugio, talla en madera, de reciente factura. Obra del afamado escultor D. Francisco Romero Zafra. Se trata de una imagen de dolorosa de vestir, que procesiona bajo palio.