Para entender el documento que a continuación transcribo, en la que se menciona la fiesta de la Candelaria, hay que saber que su origen hay que buscarlo en la celebración litúrgica de la Purificación de la Virgen y la presentación del Niño Jesús en el templo. En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días después de haber dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.