Niño abandonado que llevaron al HOSPITAL de la CARIDAD de GUADIX en 1765

SOBRE UN NIÑO ABANDONADO QUE LLEVARON AL HOSPITAL REAL DE CARIDAD DE GUADIX. AÑO 1765

La fundación del Hospital Real de Guadix se debió al programa implantado por los Reyes Católicos para dotar de establecimientos de este tipo a diferentes ciudades del recién conquistado Reino de Granada con el fin de socorrer y curar enfermos pobres de todas clases, excepto los contagiosos, y la recogida, manutención, crianza y educación de niños expósitos en un periodo en el que la beneficencia se inspiraba en la virtud cristiana de la caridad y estaba dirigida y mantenida por la Iglesia.

Su fundación quedó establecida en la misma Bula de Erección de la Catedral, el 21 de mayo de 1492. El Cabildo de la catedral debía encargarse del mantenimiento del Hospital para lo que lo proveía de fondos suficientes. El primitivo Hospital Real se levantó sobre la antigua sinagoga judía.

El edificio debió tener una estructura interna muy simple: iglesia, sala de enfermos, enfermería, despensa, cocina, dependencias del Rector y archivo, suficientes para cumplir con su función. 

A medida que pasaba el tiempo se hacía evidente la necesidad de un nuevo edificio que tuviera mayor capacidad. El traslado a lo que había de ser su ubicación definitiva se realizó en 1780, ocupando el antiguo Colegio de la expulsada Compañía de Jesús y sus dependencias.

El nuevo Hospital Real tenía una casa, la iglesia y lo que había sido el colegio de los jesuitas a lo que se añadieron unas casas pequeñas colindantes, llamadas “escuelas antiguas”, y el descampado llamado Campo del Marqués del Cenete, donde se edificaron el cotarro de pobres transitorios, sala de convalecientes y aposentos para los enfermos y un campo santo para enterrar en él a los enfermos que fallecieran en dicho hospital. 

Además de la atención a los enfermos, el Hospital recogía no sólo a niños expósitos, sino también a hijos legítimos de familias pobres que necesitaban un “ama de cría”, bien porque debido a una enfermedad de la madre no pudiera amamantar a su hijo o bien porque muriera, corriendo a cargo del dicho Hospital su crianza.  

En un documento de 1765, que se encuentra en los fondos del Archivo Histórico Diocesano, se recoge el caso de un niño que dejaron abandonado y lo llevaron al Hospital Real de Guadix:  

“El Vicario General y Provisor de la diócesis de Guadix ha tenido noticia que hará un mes llevaron al Hospital Real de Guadix a un niño, que por su aspecto y cuerpo podría tener un año, que unas mujeres se lo habían encontrado en un seto o hierbas cerca de Guadix sin saberse quiénes eran sus padres ni la persona que lo había puesto en dicho sitio.

Tras algunas indagaciones se ha enterado que el niño es hijo de Dª…, vecina de Fiñana, soltera de 20 años de edad. Para averiguar la verdad, y para que el niño no careciera del derecho de maternidad, comisionó al párroco de Fiñana, para que hiciera saber a la madre que en el plazo de tres días debía comparecer ante él y que en caso de negarse se le obligara por medio de la justicia real.

Una vez que estuvo ante el Provisor confesó que el niño era su hijo, el mismo que parió por el mes de junio del año anterior, al que crio a sus pechos durante nueve meses y que como tal su hijo lo reconoce, que haría dos meses lo entregó a un vecino de Guadix, al que no conocía, que fue a vender “vedriado” a Fiñana, para que lo pusiera en el Hospital Real de Guadix con una “cédula” en la que decía estar bautizado el niño y llamarse Juan José de Paula.

Al preguntarle quién había sido el “autor de la preñez” del niño dijo que Sebastián, del que no sabía el apellido, que era hombre casado y mozo, sirviente en casa de su tío que la tenía recogida. Contó que cierto día bajó a la bodega de la casa y que estando allí entró el dicho Sebastián, la cogió con violencia, la amenazó con un puñal y tuvo “un acto carnal” con ella del que quedó embarazada del niño. 

Con posterioridad a las declaraciones anteriores, al Vicario General se le ha dado noticia que Dª…”según demostraba su persona, por tener algo elevado el vientre, se hallaba preñada de nuevo y que para venir en conocimiento si lo estaba o no y subvenir al remedio de lo que  puede acaecer mandó que Catalina García, matrona pública de Guadix, reconozca a la dicha Dª… y hecho comparezca a declarar el estado en que se halla…”.

La matrona, después de reconocerla, manifestaba que “según su leal saber y entender se hallaba la suso dicha preñada de dos o tres meses…”

Conocidos los detalles del suceso, el Provisor determinó que “con persona de la mayor satisfacción” se llevara a Dª… a Fiñana, encargándole al cura de la parroquia que procurara con el mayor cuidado que en adelante viviera honesta y recogidamente sin dar escándalo y que si era cierto que estaba embarazada de nuevo, procurara que no abortara o ahogara a la criatura al nacer privándole del bautismo.

Además, se le ordenaba que el niño reconocido por Dª…como su hijo se criara y alimentara por el Hospital Real de Guadix pagándose al Rector el importe de los alimentos de su crianza de las rentas del Sr. Obispo o de las cantidades que se libraran en obras pías hasta la edad de seis años y que una vez cumplidos se entregara el niño a su madre para que no careciera del derecho de maternidad. 

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix

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