Estatutos por los que se ha de regir la “Casa de Jesús Pobre” de Alquife (Granada). Año 1955

Estatutos por los que se ha de regir la “Casa de Jesús Pobre” de Alquife
Desde que el Papa León XIII promulgara la 1ª encíclica social “Rerum novarum” dando doctrina sobre la cuestión obrera, a la luz de los principios doctrinales fundados en la Revelación, y la posterior de Pío XI “Quadragésimo anno”, la Iglesia católica inició una pastoral social encaminada a la defensa de los derechos de la clase trabajadora y a su promoción personal, social y cultural.

En 1910 el Cardenal Arzobispo de Toledo, Gregorio María Aguirre García, decía refiriéndose a la Acción Católica y Social en España, que los Papas y en particular Pío X habían dedicado gran parte de su actividad a promover, organizar y dirigir la acción social de los católicos en todas las naciones. En España, desde hacía algunos años, se venía trabajando en una pastoral social, a través de la labor extraordinaria y excepcional de los Congresos Católicos con el objetivo de recuperar, en lo posible, posiciones e influencia en el estado moderno. Con posterioridad, la organización que se denominó Acción Católica se fue diseñando para cumplir una función similar,-ajustada obviamente a la nueva realidad política, social e ideológica-, de fundar y sostener, en favor de las clases trabajadoras, obras e instituciones de carácter permanente.
Desde 1950 la Acción Católica se puso como objetivo encauzar el apostolado de hombres y mujeres que, inmersos en los ambientes de la sociedad, y con claros principios cristianos, influyeran, con ejemplo y palabra, en la cristianización de personas y estructuras.

En esta línea de acción pastoral, el año 1955, se creó en Alquife, pueblo minero de la diócesis de Guadix-Baza, la “Casa de Jesús Pobre”. Se confeccionaron los estatutos y se presentaron para su aprobación al entonces Obispo D. Rafael Álvarez Lara.
La “Obra de Jesús Pobre” contaba con 108 afiliados, el Consiliario era el párroco D. Isidro Martínez Moreno, su Presidente Diego Vargas, el secretario Fco Cobo Peralta, el tesorero Práxedes Porcel y los vocales Antº Balboa, Diego Ruiz y Antº Martínez.
En los estatutos se recogía entre otros aspectos los siguientes:
“Se establece una obra de carácter religioso-social que funcionará como obra anexa de la Acción Católica.
Se denominará “Casa de Jesús Pobre” y dentro de sus finalidades está el ejercer el apostolado de la caridad, pero su sello característico será su acción de apostolado.
Abarcará cuantas organizaciones considere necesarias para cumplir la finalidad de atender a la recristianización de pobres y obreros.
La Obra quiere estar dentro del espíritu de la Iglesia y regirse en todo por el Derecho Canónico, por lo que somete toda su organización a las normas pontificias y diocesanas y suprimirá o aumentará en sus estatutos cuanto sea preciso y mandado por la Jerarquía de la Iglesia
En estos estatutos se hace constar que:
a) El Ordinario tiene derecho a presidir e intervenir, por sí o por delegado, en las juntas y actividades de esta Obra
b) Que serán admitidos como socios de esta Obra aquellos que cumplan habitualmente los deberes religiosos obligatorios a todo cristiano
c) Que estará prohibido a la Obra organizar o patrocinar ninguna fiesta profana que se aparte del espíritu de la Iglesia y desarrollar cualquier actividad que no esté conforme con el espíritu religioso
La Obra tendrá un consiliario, que lo será el cura párroco u otro, pero siempre nombrado por el Prelado. A él le corresponde la dirección de la vida religiosa de la institución, asistirá a todas las reuniones del Patronato y presidirá junto con el Presidente todas las reuniones y con su voto decidirá en caso de empate en las decisiones”

Los siguientes artículos de los Estatutos estaban dedicados a los cargos directivos del Patronato, que eran los normales de cualquier asociación. Dentro del Patronato existía una Junta de Consejo formada por el Alcalde de la localidad, un médico de la Beneficencia, un maestro nacional y los presidentes de la Acción Católica de hombres, mujeres y los de las dos juventudes, y caso de que no existan dichas organizaciones se nombrará en la Junta General un representante de cada rama cuya misión será la de poder asistir a las Juntas del Patronato y emitir su consejo ante el mismo

La “Obra de Jesús Pobre” contaba con unos locales, construidos para ser su sede. En estos locales se creó un hogar parroquial dedicado a ser lugar de esparcimiento y recreo, cuyos fines eran:
a) La mejora religiosa y cultural mediante conferencias, charlas o espectáculos
b) El esparcimiento lícito, dentro de los límites precisos de orden y moralidad, con juegos y otras recreaciones.
c) Para mejor cumplir estas finalidades se crearía cuadro artístico, rondalla, deportes y cualquier otra actividad que se creyera precisa.

Otros objetivos:
a) Escuela profesional para hijos de afiliados. El Patronato pedirá al Prelado la creación de una escuela parroquial, la que se procurará transformar en profesional valiéndose de la facilidad que le ofrece la instalación de los diferentes talleres mineros y con la misión de capacitar a los futuros trabajadores.
b) Escuela profesional de la mujer. Este Patronato intentará crear una escuela de formación femenina que comprenderá aprendizaje y realización de labores propias de su sexo, cuales son: costura, corte y confección, bordado, trabajos de punto y similares y valiéndose de lo dicho buscar el perfeccionamiento religioso de las alumnas mediante conferencias, círculos de estudio e intensificación de la vida de piedad.
c) Oficina de estadística y orientación religiosa. Para mejor cumplir sus finalidades este Patronato dispondrá de una oficina, formada por elementos destacados de sus afiliados, los que confeccionarán un fichero de todos los obreros del lugar para ejercer hacia ellos una labor de apostolado y crear la publicación de una hoja que llegue mensualmente a ellos. También dispondrá de otro fichero donde figuren los emigrados con los cuales ejercerá el apostolado con cartas de orientación religiosa.
d) Consultorio y oficina gestora gratuita. Se crea esta oficina, cuya finalidad será buscar amorosamente solución a las inquietudes y dudas del obrero evacuando cuantas consultas y peticiones formulen en relación con oficinas, autoridades y tribunales. Serán misión de esta oficina la gestión de documentos, escribir cartas y redactar contratos.
e) Oficina de arbitraje y amistad. Será misión de esta dependencia:
1. Mediar en las desavenencias y disgustos que entre obreros se produzcan, procurando la solución amistosa de sus contiendas.
2. Intervenir en los disgustos familiares para que exista paz entre los del mismo hogar
3. Ofrecerse a autoridades y entidades sociales por si esta Obra les puede servir con sus servicios de apaciguamiento
f) Cajas de socorros mutuos. Sin que en ningún caso pueda verse intromisión en funciones que son de otros organismos estatales, esta Obra tratará de crear Cajas, que bien pueden ser sanitarias, de nupcialidad, de la vivienda, etc y que vengan a complementar lo que por otros organismos ya se hace y todo ello siempre con el permiso del Prelado.

La Obra de Jesús Pobre además del apostolado religioso que debía ejercer a través de las distintas dependencias, estimularía a sus obreros para ser afiliados en las organizaciones oficiales de la Iglesia.
Como apostolado específico de esta Obra y por el Consiliario de la misma los estatutos determinaban la constitución de células de Jesús Pobre, o sea grupos de personas de cinco con quienes se ejercería un apostolado especial basado en estos postulados:
a) Vida individual impregnada de cumplimiento de deberes y piedad
b) Apostolado en orden a conseguir que los del mismo hogar fueran miembros de la Obra o que por lo menos se vieran atraídos por el buen ejemplo

Para mejor conseguir estos fines se celebrarían ejercicios espirituales anuales y días de retiro mensuales. Cada año se celebrarían, con todo el aparato externo posible, los días del cumplimiento Pascual para cada una de las ramas y se fomentaría esta hermosa y obligatoria práctica. Por el Consiliario y de acuerdo con el Patronato se organizarían cada año “El día del obrero”, “El día del niño” y “El día de la mujer”, procurando en estos días celebrar algunas fiestas y darles un tono de espiritualidad
Económicamente la Obra se surtiría de donativos, subvenciones que les pudieran conceder distintos organismos, beneficios de espectáculos y rifas, cuotas de socios protectores, beneficios que pudieran obtenerse con la venta de lo producido en sus talleres profesionales y renta de los bienes que se pudieran adquirir.
La Obra en su día podría crear cajas de ahorro, caja del paro obrero y cooperativas de producción o consumo.
Otros artículos de los estatutos estaban dedicados a determinar las funciones de los distintos cargos directivos, periodo de las reuniones y asuntos a tratar, memoria de las actividades, estado de las cuentas, libro de actas, admisión de afiliados y condiciones de admisión que eran observar un mínimo de vida religiosa, comprometerse a cumplir todo lo establecido en los estatutos y a ser posible formar parte de los grupos de formación religiosa y conferencias semanales y por último el establecimiento de tres clases de socios: simpatizantes, militantes y misioneros.

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix
Autor: José Rivera Tubilla

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