El padre Patricio, benefactor de los pobres en Honduras

TEGUCIGALPA.- Las ganas de servir y colaborar con el más necesitado, el deseo de ver sobresalir y educar al hondureño más humilde, es el principal reto que adquirió el padre español Patricio Larrosa Matos desde que llegó a Honduras hace 18 años.

El religioso llegó al país desde un pequeño pueblo llamado Hueneja, provincia de Granada, España, para desempeñarse como párroco de la iglesia San José Obrero de la colonia Monterrey en Comayagüela.

Desde su llegada a la parroquia, el entusiasmo por servir a los demás no se quedó en dar sólo sermones y consejos espirituales a todos los creyentes que domingo a domingo llegaban a la humilde casa de Dios.

El padre Patricio como todos lo conocen, fue más allá y desde hace 18 años emprendió la difícil tarea de recolectar y organizar a entusiastas jóvenes hondureños para que se ayudasen mutuamente para forjarse profesionalmente en la vida.

ACOES

“Cada uno de nosotros somos capaces de hacer por los demás mucho más de lo que nosotros mismos podríamos creer” es la filosofía que dio vida a la Asociación Colaboración y Esfuerzo (Acoes), creada en 1996 por el padre Patricio Larrosa.

En 1992 se me acercó un pequeñito y me pidió ayuda para poder seguir estudiando y “yo le pregunté que si él quería ayudar a los demás, a lo que él me respondió que sí, entonces le pedí que buscara más amiguitos” en iguales condiciones que él, por lo que procedí a buscarle ayuda con unos amigos que tenía en España.

Así que logre recolectar algunos libros y él los comenzó a repartir a sus vecinos en la colonia Betania. Y han pasado 18 años desde que se me acercó ese jovencito, ahora Denis Mendoza, está en España estudiando un máster en cooperación.

Así comenzó la semilla de cooperación humanitaria y labor altruista de este sacerdote en Honduras.

PROYECTOS EDUCATIVOS
El padre ha impulsado varios proyectos para ayudar a jóvenes.

El padre ha impulsado varios proyectos para ayudar a jóvenes.

Entre los proyectos más importantes de Acoes, están los proyectos educativos “Populorum Progressio” que significa “Para el progreso de los pueblos”, programa que ofrece a jóvenes provenientes de distintas comunidades indígenas y rurales de todos los departamentos del país la oportunidad de recibir una educación digna.

En los Populorum, se les provee a los jóvenes todos los recursos necesarios para que entren a las escuelas, colegios, universidades y así terminen las carreras que ellos adopten.

Este programa cuenta con nueve casas o refugios, donde los jóvenes estudiantes reciben una formación integral que les permite capacitarse o formarse profesionalmente, para que después ellos puedan regresar a sus comunidades, ya preparados, con los conocimientos profesionales que ayuden al desarrollo de sus comunidades de origen.

En la casa del Populorum de la colonia La Peña por Abajo, actualmente viven unos 30 jóvenes de distintas comunidades y etnias del país, y en su mayoría asisten a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Estos muchachos por las mañanas colaboran en los Centros de Capacitación juvenil (CCJ), después realizan sus deberes estudiantiles por las tardes.

Las únicas exigencias que deben cumplir para seguir siendo beneficiarios de los programas que ellos mismos dirigen y coordinan, es que deben aprobar el año escolar o universitario y colaborar con los deberes de las casas Populorum.

Además en los programas hay jóvenes que viven fuera de esas casas, pero que colaboran por el día y en la noche regresan a sus casas.

OTROS PROYECTOS SOCIALES
En la actualidad hay más de 200 jóvenes hondureños que participan en unos 54 proyectos sociales con los que cuenta esta fundación.

Asimismo el párroco ha creado unas 13 guarderías, para menores de seis años, las cuales funcionan en diferentes colonias de la capital y otras partes del interior del país.

Además se cuenta con un programa para ancianos, a los que se les apoya con provisiones, ropas o ayuda monetaria.

En Acoes también participan voluntarios de origen español y otras nacionalidades de Europa, quienes vienen por ciertos períodos de tiempo al país y colaboran en las actividades que realiza la fundación humanitaria.

En el 2009 vinieron al país, unos 110 colaboradores, los extranjeros pagan sus boletos de avión y estadía en el país.

Además, la fundación organiza brigadas médicas en todas las regiones del país.

En la colonia La Peña, Acoes construyó unas gradas como labor social a esa comunidad que le vio nacer.

Actualmente hay alrededor de unos siete mil hondureños que son beneficiados en los diferentes programas educativos, humanitarios y sociales que coordinan los jóvenes de Acoes.

PADRE PATRICIO

“Solamente intento cumplir la misión de la Iglesia Católica en el mundo, que es servir, servir a la gente, porque he tenido el gran regalo de Dios de conocer a mucha gente aquí en Honduras y en otros países que quieren ayudar a los demás”, fueron las palabras del padre Patricio Larrosa a diario LA TRIBUNA.

El párroco expresó que ahora sólo se encarga del apoyo y capacitación espiritual de estos jóvenes” y “los jueves hacemos reuniones para leer el evangelio y seguir aprendiendo de Jesús que en sí es el maestro de estas obras”.

A casi veinte años de llegar al país, el padre Patricio reflexionó que “da una gran satisfacción de haber colaborado con el esfuerzo que ellos han hecho por salir adelante y ver que tendrán una vida y futuro mejor ellos y los que los rodean”. “Ahora la vida podrá ser un poco más favorable para ellos y los que hay a su alrededor”.

Además el padre Patricio Larrosa junto a su paisano y colega Ramón Martínez, coordinaron para que unos 20 niños hondureños de escasos recurso y que se encontraban en riesgo social, fueran adoptados por familias españolas.

Fuente: http://www.latribuna.hn

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