25.03.10 – 01:38 – ROMÁN URRUTIA | GRANADA.
Pablo Amate fue ayer el maestro de ceremonias de la presentación de las jornadas que, bajo el lema de ‘Primavera y vino’, se celebran los días 27 y 28 en Guadix. La muestra, que cuenta con la organización y el patrocinio del Ayuntamiento accitano, la Asociación de Viticultores del Altiplano Sierra Nevada, la Asociación de Empresarios de la Comarca, Caja Rural y la Asociación de la Prensa, pretende, según sus organizadores «dar a conocer en nuestra provincia unos caldos que gozan ya de fama fuera de ella».
Así, diez bodegas, además de una empresa quesera y otra de jamones, se han unido para mostrar la variedad de vinos elaborados que tienen como denominador común la altitud en la que se encuentran las viñas y el entusiasmo por un proyecto «en el que los bodegueros han apostado fuerte para solucionar esta asignatura pendiente de dar a conocer los vinos en la comarca». La producción de vinos en el Altiplano es relativamente reciente y ha crecido en cantidad y calidad. Las bodegas Méndez Moya de Dólar, por ejemplo, que fabrica un vino ecológico, han pasado en apenas cuatro años de poner en el mercado 4.000 botellas a distribuir 30.000, un número sensiblemente superior al de las Bodegas Marqués de Casapardiña, que desde Huélalo se ha propuesto innovar con la recogida nocturna para elaborar su ‘Spira’. Las bodegas Jabalcón, situadas por encima de los 1.300 metros de altitud, experimentan con éxito hacer vino con la uva ‘palomino’, originaria de Jerez y la de Pago de Almaraes, de Benalúa, se ha convertido en la primera bodega andaluza en comercializar un blanco elaborado con crío-maceración y proponerse poner en el marcado este año 28.000 botellas. Más modesta en producción es la Bodega Martín, que saca a la calle unos 2.600 litros anuales «elaborados de forma completamente artesanal», en contraste con las nuevas tecnologías que ya aplica Emilio Romero en ‘El Anchurón’, una de las más antiguas, fundada en 1989.
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