Wadi-As

mapa-wadix-asLa dispersión de la población urbana continuaría durante los primeros siglos de la ocupación árabe, hasta que a partir del siglo X se logra otra vez aglutinar la urbe. Es, por tanto, un largo periodo en el que se produce la transición de una ciudad tardorromana a otra medieval musulmana.
El Valle de Acci

Si tuviéramos que traducir el término Wadi (río)-As (Acci), le llamaríamos el Valle de Acci. Este fue el nombre que hizo fortuna entre los árabes, y pudiera ser que señalara no tanto la ciudad (Acci), como el territorio poblado en torno al río (valle), que tendría más importancia que la arruinada y semidespoblada Acci. La nueva denominación vuelve a ser una hibridación que acoge y el topónimo ibérico.
Surgiría así la medina musulmana, que ya sí ocuparía toda la colina salvaguardada por las ramblas, hoy identificados por la calles Ancha y San Miguel, al oriente y occidente respectivamente, mientras que el Valle quedaría más al norte. En ella destacarían los elementos definidores del urbanismo musulmán: la muralla al borde de las ramblas, la alcazaba en lo alto y, más abajo, la mezquita.
Con el tiempo, la ciudad fue creciendo, naciendo los arrabales de Santiago, Santa Ana y la judería. Como consecuencia del crecimiento, se construirían nuevas murallas -que superarían los viejos límites de las ramblas- y varias puertas. Se habla de una especie de anillo que cercaría los arrabales, desde donde se saldría ya a campo abierto.
Cuando el geógrafo Idrisi la visita en el siglo XI, los limites de Guadix no debieron sobrepasar mucho los de la medina. La describe como “una ciudad de medio tamaño, ceñida de murallas y provista de agua en abundancia, con un arroyo que nunca se seca”. Otros autores árabes destacan de ella su enclave como cruce de caminos, su generosa agua y no menos su intenso frío, provocado por estar cerca del Yabal Sulair (monte de nieve), hoy Sierra Nevada.
Al-Safra
Era el nombre que se le daba en el siglo XII a un Jardín Botánico que existió en Guadix y cuya fama transcendió nuestras fronteras. Fue un centro de estudios farmacológicos y en él se cultivaban plantas raras que los alumnos, una vez realizadas sus prácticas con ellas, vendían para costearse los estudios.
Guadix
En un documento cristiano de 1.152, al referirse a la ciudad le llama Gadiexi, nombre castellanizado de Wadi-As, que sería en definitiva el que perdurará después de la conquista por los Reyes Católicos en 1.489.
Tras ésta, en Guadix se asienta un nuevo poder y cultura, con lo que se inicia un proceso de transformación urbana y artística que se va a extender durante las siguientes centurias, y que se vio potenciada por ser Guadix sede de un corregimiento y de un episcopado.
Cristianización y castellanización de la ciudad
La primera trasformación es consecuencia de la cristianización de la ciudad, y supuso el derrocamiento de las mezquitas, compensadas por la erección de iglesias y numerosos conventos; a la cabeza de todos ellos, la catedral. La segunda transformación es la castellanización del conglomerado urbano. Desaparecen construcciones como los baños públicos que dejaron de cumplir su función, y una nueva imagen urbana va sustituyendo la edilicia de la ciudad medieval musulmana.
Se gestará todo un programa administrativo, político y artístico que cambiará la fisonomía de la ciudad. Se desmonta la administración musulmana, sus costumbres y sus edificaciones. En 1.492 se fundó el Hospital Real de Caridad, en lo que fue sinagoga judía. El zoco y la alcaicería serán ocupados por la administración cristiana y se construyen palacios y caserones para albergar a las familias nobiliarias que llegaron acompañando a los Reyes Católicos o que recibieron el encargo de repoblar la zona. Los Benavides, Barradas, Pérez de Andrade, Mendoza, etc., se instalan en el Barrio Latino. Los franciscanos y dominicos colonizarán el extrarradio de la ciudad; posteriormente se les unirá la presencia de los agustinos, alcantarinos y jesuitas.
Las numerosas casas nobiliarias son símbolo evidente de los nuevos señores de la ciudad; pero el emblema de nuevo proyecto urbano es la Plaza Mayor, que como una gran obra de fuerte significación ideológica, no religiosa, retrasa su configuración definitiva hasta a principios del XVII.
En el otro extremo social y urbano, surge el hábitat cuevero en los grandes descampados de bad-lands que rodean la ciudad, contextualizando un nuevo paisaje que en ninguna forma puede ser considerado urbano. Es un modelo de ocupación ajeno al mundo musulmán y no fue conocido en la Guadix medieval. Destinado a la población marginal y desheredada, refleja las grandes contradicciones de la nueva sociedad estamental.
Franceses y liberales
En el siglo XIX, el acervo artístico de la ciudad va a sufrir un salvaje expolio con la invasión francesa, sobre todo en los conventos, que más tarde volvieron a sufrir con las desamortizaciones de los gobiernos liberales, derrocadores también de gran parte de las viejas murallas medievales. Guadix entra en un declive económico y cultural, que sólo repunta con la llegada del ferrocarril y la ‘revolución dulce’. La estación de trenes y la fábrica de azúcar contextualizan un nuevo paisaje urbano fuera de la vieja ciudad.
Un último episodio dramático se cierne sobre Guadix en nuestra contienda civil de 1.936/39. El patrimonio volvió a sufrir, incluso hubo incendios que devastaron la Plaza Mayor y aledaños. En la actualidad, Guadix sigue soportando cambios poco afortunados en su fisonomía urbana, aunque proyectos como la creación de un parque arqueológico en la Alcazaba hace recuperar las esperanzas de una alta sensibilización de su rico patrimonio urbano.

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