A finales de 1489 el rey Zagal entregaba la ciudad de Guadix a los Reyes Católicos formando parte ya del Reino de Castilla. En 1492, por Bula del papa Inocencio VIII, se erigen las Iglesias de Guadix y Baza. Según cuenta Pedro Suárez en su “Historia del obispado de Guadix y Baza” siendo su primer obispo tras la restauración, Fray García de Quijada, “por el año de 1500 se bautizaron los moros de Guadix, Baza y Almería, que con los de Granada llegarían a 50.000 personas, en cuya conversión trabajó mucho don García de Quijada…Desde que tomó posesión del obispado, era su continuo desvelo enseñar públicamente la doctrina cristiana, y predicando a Cristo solicitaba con vivas ansias la conversión de los infieles…”. No obstante la labor de evangelización del obispo de Guadix, en 1502 los Reyes Católicos obligaron a todos los que habían formado parte del conquistado Reino de Granada a convertirse al cristianismo, recibiendo el nombre de «moriscos» a partir de este acontecimiento.