“Un hombre de Dios”, éste es el subtítulo con el que se presenta la última biografía del Obispo Rafael Álvarez Lara que acaba de salir a las librerías. La última biografía y la primera porque, como se reconoció en la presentación del libro, es el primer trabajo biográfico sobre este Obispo que lo fue de Guadix y de Mallorca.
Se presentó en Guadix la biografía sobre el Obispo Álvarez Lara, un hombre de Dios
Esta biografía de Mons. Álvarez Lara se presentó el pasado sábado 24 de noviembre, en el salón de actos del obispado de Guadix. La presentación, que corrió a a cargo de José Manuel Rodríguez Domingo, profesor titular de la Universidad de Granada y director del Centro de Estudios Pedro Suárez de Guadix, estuvo presidia por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García. También estaban el Subdelegado del Gobierno en Granada, el Alcalde de Guadix y algunos miembros de la Corporación Municipal.
Al acto asistieron algunos familiares del Obispo Álvarez Lara y muchos accitanos y miembros del centro de Estudios Pedro Suárez, al que pertenece el sacerdote Leovigildo Gómez, autor de la biografía, que agradeció a todos la buena acogida que está teniendo su trabajo.
Durante la presentación del libro se destacaron los grandes aciertos de la actividad pastoral de Mons. Álvarez Lara durante los 22 años que estuvo en Guadix. Mons. Ginés García reconoció la talla personal y espiritual de su predecesor y su compromiso con la iglesia de Guadix, especialmente en aquellos años difíciles de la postguerra. El profesor Rodríguez Domingo destacó el valor de la obra que se presentaba, pues no hay otros estudios biográficos sobre este obispo. Reconoció, así, el esfuerzo investigador que ha tenido que realizar el sacerdote Leovigildo Gómez para reflejar, en las 358 páginas del libro, la vida y la obra de un Obispo que, por encima de todo, fue “un hombre de Dios”.
Leovigildo Gómez agradeció la colaboración de tantas personas que han aportado sus testimonios para recoger todo lo que supuso la figura de Mons. Álvarez Lara. En especial, agradeció la colaboración de la familia más cercana del Obispo, algunos de los cuales estaban presentes en el acto celebrado en Guadix para presentar el libro.
Leovigildo Gómez es canónigo emérito de la catedral de Guadix. Accedió a escribir esta biografía porque él estuvo muy cerca de Mons. Álvarez Lara. De hecho, le acompañó como secretario personal cuando Mons. Álvarez Lara fue destinado a la Diócesis de Mallorca. La propuesta de escribir esta biografía partió del actual Obispo de Guadix, que quiso así reconocer la gran obra emprendida por este obispo jienense. Algunas de sus obras aún siguen vivas, como el Patronato “Corazón de Jesús”, que ha financiado la publicación de este libro.
Esta biografía se puede adquirir ya en las librerías accitanas y en el obispado de Guadix. Todo lo que se recaude de su venta será destinado a Cáritas Diocesana, para ayudar así a los más necesitados.
Obispo de dos Diócesis
Mons. Álvarez Lara fue Obispo de Guadix durante 22 años. Nacido en Castillo de Locubín en 1902, cuando tenía 40 años fue nombrado por el Papa Pío XII para este ministerio pastoral. A él le correspondió restaurar material y espiritualmente una diócesis que había sufrido los horrores de la Guerra Civil. Para ello tuvo que llevar a cabo un intenso programa de actividades no sólo en el campo estrictamente religioso, sino también en el social. Además de crear organismos diocesanos, potenciar el Seminario, difundir la Acción Católica y fomentar las comunidades de vida consagrada, se enfrentó con el enorme paro que en aquellos años había en Guadix. Para ello fundó el Patronato del Sagrado Corazón, que dio trabajo a centenares de personas durante muchos años. Es curioso consignar a este propósito que el famoso escritor Gerald Brenan le dedicó un amplio elogio en su famosa obra “Al Sur de Granada”.
Pero la misión de don Rafael no se detuvo en Guadix. En 1965 fue promovido a la sede episcopal de Mallorca, de características totalmente distintas, con un nivel de vida elevado, con una población muy superior a la nuestra y con el ambiente y la problemática propia de una zona eminentemente turística. A ello se añadió la puesta en marcha de las disposiciones emanadas del Concilio Vaticano II. Y a esta difícil tarea dedicó siete años, dejando una profunda huella en aquella importante diócesis.
Finalmente, concedida su jubilación por la Santa Sede en 1972, por razón de su estado de salud, se retiró a Almería, donde llevó una vida de recogimiento hasta la hora de su muerte, ocurrida el 15 de diciembre de 1996. Su vida, a lo largo de 94 años, se caracterizó por su profunda fe, su espíritu de oración y su entrega total al servicio de la Iglesia, con una atención especial a los pobres. Por todo ello, desde distintos ángulos de la sociedad, ha sido calificado acertadamente como un verdadero “hombre de Dios”.
Antonio Gómez