Reglamento para la “Cocina económica S. Torcuato” de Guadix con sede en la Placeta de la Catedral en el colegio de S. Torcuato – Año 1911

Reglamento para la “Cocina económica S. Torcuato” de Guadix
En 1803 de orden del rey Carlos IV se hizo llegar a todos los obispo una circular que se había enviado a todas las Sociedades Económicas de la Península para que trataran de establecer las comidas económicas por el método de Benjamin Thompson, Conde de Rumford. La comida económica era

“un medio seguro de suministrar a los pobres, a muy poca costa, un alimento nutritivo, sano y agradable”. De estas comidas sólo debían participar los “verdaderamente necesitados” y debían sufragarse con limosnas voluntarias. Según el Conde de Rumford “sólo tienen derecho a los socorros de sus conciudadanos los menestrales y jornaleros laboriosos a quienes la inclemencia de las estaciones, los rigores de las enfermedades o la adversidad de la suerte privan del trabajo y de la subsistencia, como también todos aquellos infelices, que habiendo sido miembros útiles del Estado, se ven sin culpa suya reducidos a una indigencia no merecida”

Las teorías de Thompson sobre la beneficencia se extendieron por toda Europa y llegaron a España y aunque la Sociedad Económica, otras Asociaciones e incluso algún particular ensayaron establecer las “comidas económicas”, sin embargo no llegaron a extenderse tanto como la indigencia de miles de ciudadanos exigía, por lo que el Rey “llevado de su paternal amor a todos sus vasallos y la singular predilección que le merecen los desventurados que se ven sumergidos en las aflicciones de una pobreza inocente” pedía a las Sociedades económicas que además de ocuparse del desarrollo y progreso de la industria y la agricultura, consagraran sus trabajos y esfuerzos en quitar el hambre, abriendo centros de beneficencia donde se dieran las “comidas económicas”.
En 1886 se fundaba en La Coruña una Cocina Económica. La Entidad nacía en el contexto de la grave crisis social que golpeó a España a finales del siglo XIX a iniciativa de la Reunión Recrativa e Instructiva de Artesanos y se mantenía con las aportaciones de los coruñeses.
En 1904, gracias a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y con motivo de la mayoría de edad del Rey Alfonso XIII, de la que era Augusto Hermano, se creaba la Escuela y Cocina Económica de Nuestra Señora del Rosario haciéndose donación de la misma a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en un edificio ubicado en el popular barrio de Triana. La Escuela estaba destinada a la atención de la población infantil de familias necesitadas del barrio de Triana que a principios de siglo era una de las zonas más marginadas de Sevilla. El comedor atendía a los escolares, a los que se les servía desayuno, almuerzo y cena, y a los ancianos y transeúntes a quienes se les servía almuerzo y cena.
Aunque la 1ª década del s. XX fue un tiempo de desarrollo económico en Guadix y comarca con la creación de industrias azucareras, harineras, cerámicas,… sin embargo la realidad para la mayor parte de la mano de obra y jornaleros del campo era de gran dificultad para la subsistencia de su familia. La distribución de la riqueza generada por esta floreciente industria sirvió más para enriquecer a unos pocos mientras que la mayoría de los jornaleros seguían saliendo al alborear el día a determinados puntos de Guadix a esperar que los capataces de los “señoricos” fueran a contratarlos, teniendo muchas veces que volverse desconsolados a sus casas, porque no les habían dado trabajo.
En un artículo de “El Accitano” de 1908 se decía que “escuálidos obreros afanosamente mendigan trabajo en gran parte del año” y que los que tenían la suerte de tenerlo tenían que echar largas jornadas de 14 horas de trabajo y aceptar paupérrimos jornales de 1,50 pesetas, lo que les obligaba tener que mendigar.
Ante tal situación de pobreza, en Guadix en Marzo de 1911, se redactó el reglamento para la creación de una cocina económica siendo presidente de la misma el Deán de la catedral D. Manuel Jiménez Gómez y secretario D. Emilio Martínez de Dueñas.
REGLAMENTO PARA LA COCINA ECONÓMICA

Art 1º.- Se constituye en esta población de Guadix una cocina económica bajo la advocación de S. Torcuato, tendrá su domicilio legal en Guadix Placeta de la Catedral colegio de S. Torcuato
Art 2º.-El fin de esta asociación es practicar la caridad cristiana, proporcionando alimentación buena y sana, gratis a los pobres de solemnidad y a las clases populares por medio de una muy pequeña cantidad
Art 3º.- El gobierno y administración de la cocina estará a cargo de una Junta compuesta de un Presidente, un vice-presidente, un secretario, un vice-secretario, un tesorero, un vice-tesorero y cinco vocales
Art 4º.- Esta Junta se renovará cada año y su nombramiento se hará en Junta General celebrada por los socios subscritores, presididos por el Prelado de la diócesis
Art 5º.- Constituyen los fondos de la cocina económica las cuotas de los socios y los donativos que se hagan a la misma
Art 6º.- Corresponde al tesorero recibir y custodiar los fondos pertenecientes a la Cocina Económica; pagar las cantidades que proceda autorizadas por el Presidente o quien haga sus veces y dar cuenta mensual a la Junta Directiva del estado de los fondos
Art 7º.- La religiosa encargada de la Cocina Económica presentará al tesorero una hoja del gasto diario de provisiones de despensa y demás artículos de consumo.
Art 8º.- Las raciones que se repartan tendrán el valor de seis céntimos de peseta en moneda especial que las represente, tanto para las gratis como para las retribuidas
Art 9º.- Caso de disolución de esta sociedad los fondos existentes se destinarán al socorro de los ancianos desvalidos de esta ciudad y si esta institución desapareciera al hospital de la misma

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix

Autor: José Rivera Tubilla

1 comentario en «Reglamento para la “Cocina económica S. Torcuato” de Guadix con sede en la Placeta de la Catedral en el colegio de S. Torcuato – Año 1911»

  1. que tiempos mas infames. Aquellos comedores serian los albores de caritas pero mucho mas necesario que hoy pues eso si que era «crisis».

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