No dejes que te roben tu vida – Ignacio Ferriz

No vale dormirse ni amilanarse. No vale estar agradecido a tu captor ni bajarse los pantalones. No vale deprimirse ni claudicar. No vale no morder la mano que te da de comer si la comida es envenenada y el guante está mugriento y es de pincho metálico. No vale caer en la trampa de la ira si tú no eres así, nadie debe ser dueño de tu sonrisa y tu bien dormir excepto tú.

Vivimos tiempos de daltonismo. Nada es lo que parece. Dejamos de ser vírgenes. Nos acostumbramos al palo y la zanahoria, a las orejeras, en una palabra, al miedo. Pero la vida es posible que solo sea una, si no vives tu propia vida, ¿qué sentido tendría el existir?

Mañana podría ser tarde. Haz, di, vive hoy y ahora. No dejes que el pasado te ladre, tú no eres ningún perro. Tus padres lucharon para que tu fueras feliz, ¿lo has olvidado? ¿Vas a ser tan tonto como para que te amarguen la existencia?

La vida es un caramelo agridulce, ¿qué vas a hacer? ¿lo vas a tirar o lo vas a chupar? Recuerda, no hay alegría sin pena, ni la victoria existiría si no existiese el fracaso; quiero decir que la realidad tiene su cara y su cruz, como la sabrosa naranja su piel amarga o tus pasos el sudor y el peso de tu cuerpo, a veces el cansancio y otras veces la ligereza, ¿no es eso la vida? ¿no hay que disfrutarla así?

Es el milagro de la vida. La diferencia entre ser o no ser. Dale una oportunidad a tu código genético. Envida al libre albedrío. Ponle los cuernos al gris y coge el rotulador rojo que te gustaba cuando eras niño y pinta tu vida. Hazle un corte de mangas al verdugo que bosteza debajo de su capucha con el hacha oxidada y corre, cuando mires hacia atrás verás que nadie te perseguía, era una pesadilla.

Sal de tu cárcel mental, lo único que tienes que hacer es dar un paso al frente y ya has salido. Si además aportas a tu comunidad verás que el que da recibe porque somos un conjunto de individuos que nos necesitamos. Todo el mundo es bueno para algo. Encuentra tu camino. Date una oportunidad. Sonríe a los impostores, contágiales con tu bondad. Nunca juegues sucio.

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