Con el encarecimiento de la factura de la luz, la gasolina y algunos de los productos y servicios más indispensables, muchas personas y familias se encuentran ante problemas de liquidez cuando les surge un gasto inesperado. Ante estas situaciones, es fundamental saber mantener la calma y recordar que no existe problema sin solución.
En concreto, ante los problemas de solvencia o liquidez, los minicréditos se han posicionado como la mejor solución. Este tipo de financiación está pensada para cualquier tipo de persona o familia que se enfrente a un problema económico y que necesite solucionarlo con urgencia.
Una de las principales ventajas de estos minicréditos es que no es necesario dar explicaciones sobre el motivo del problema de liquidez. Además, las empresas de minicréditos conceden estas soluciones para liquidez en apenas 15 minutos, poniendo fin al problema de forma rápida y sencilla.
En los últimos años, millones de personas han recurrido a los minicréditos para poner fin a problemas de liquidez urgentes como, por ejemplo, la reparación de un teléfono móvil, el pago de una factura, un regalo de cumpleaños o cualquier imprevisto.
En este artículo te vamos a contar todas las características de estos minicréditos: cómo se pueden conseguir, dónde se pueden solicitar, qué intereses y comisiones tienen, hasta cuánto dinero se puede pedir y cuánto tardan en concederlos. ¿Te interesa? ¡No te lo pierdas!
Qué es un minicrédito
Los minicréditos son soluciones de financiación para afrontar pequeños problemas de liquidez con urgencia. A través de estos créditos, las entidades financieras y prestamistas ofrecen a las personas la cantidad que necesitan en menos de 15 minutos.
La rapidez con la que los clientes reciben el dinero en su cuenta bancaria ha convertido a este tipo de créditos en unos de los más solicitados. Además, los solicitantes no tienen que dar explicaciones sobre el motivo del minicrédito ni salir de casa para hacer la solicitud.
Generalmente, los minicréditos responden a pequeños problemas de liquidez urgentes o a determinados imprevistos. Algunos de los casos más comunes en los que pedir un minicrédito son la rotura de un electrodoméstico, un problema dental o médico, una factura inesperada, una multa o la reparación de un coche o moto.
Asimismo, estos créditos también se pueden solicitar para poder disfrutar de un pequeño capricho que, sin esta financiación, no sería posible tener. Por ejemplo, a la hora de hacer un regalo de cumpleaños, contratar un viaje o comprar un bolso de firma.
Eso sí, antes de pedir un minicrédito es importante tener en cuenta que, generalmente, a través de este tipo de financiación no se pueden adquirir cantidades superiores a los 1.000€. En la mayoría de los casos, se suelen solicitar importes entre los 300 y los 500 euros. Aún así, la cantidad máxima a solicitar dependerá de la entidad financiera en concreto.
A diferencia de los préstamos bancarios, el dinero de los minicréditos se puede recibir al instante. La transferencia del dinero se realiza en el momento en el que se aprueba la concesión del minicrédito, pasados unos 10 minutos de la solicitud.
Cómo solicitar un minicrédito
Solicitar un minicrédito es muy sencillo. Para ello, sólo es necesario entrar en una plataforma para comparar préstamos como, por ejemplo, Wannacash o iPayDay. En estas plataformas tienen calculadoras en las que los usuarios deben introducir el dinero que quieren solicitar y el tiempo en el que quieren devolverlo.
A continuación, se podrán ver las diferentes opciones que existen y el usuario deberá elegir aquella que mejor se ajuste a sus necesidades. Tras completar la solicitud del minicrédito, si todo es correcto, la entidad prestamista la aprobará y enviará el dinero de forma inmediata a la cuenta bancaria del usuario.
Quién puede pedir un minicrédito
A diferencia de los préstamos bancarios, un minicrédito puede ser solicitado por casi cualquier persona mayor de edad que tenga una cuenta bancaria en España en la que recibir el dinero. Eso sí, en la mayoría de los casos, será necesario tener algún tipo de ingreso regular, aunque se trate de una subvención o prestación por desempleo.
De hecho, algunas entidades prestamistas también ofrecen créditos a personas en paro o que figuran en las listas de morosos como, por ejemplo, ASNEF o RAI. De esta manera, los prestamistas tratan de adaptarse a las diferentes situaciones y contextos de los solicitantes.
Por otro lado, aunque la mayoría de entidades exigen una nómina o sueldo, en los últimos años muchos nuevos prestamistas privados han flexibilizado estas condiciones y, hoy en día, es posible solicitar minicréditos sin tener ingresos periódicos.
Minicréditos sin intereses ni comisiones
Para atraer a nuevos usuarios, muchas entidades financieras y prestamistas ofrecen la posibilidad de contratar el primer minicrédito sin intereses ni comisiones. En estos casos, el dinero se transfiere de forma automática e instantánea a la cuenta indicada por el usuario.