Hermandad Sacramental del Santo Sepulcro

Hermandad Sacramental del Santo Sepulcro

Como ocurrió en toda Andalucía, el Santo Entierro de Guadix, nació en la segunda mitad del siglo XVI, aunque de una manera formal, aparece su erección y aprobación de su constitución el 27 de febrero de 1675 en la Iglesia de Santo Domingo El 27 de marzo de 1676, la Hermandad aprueba que la imagen del Santo Entierro, finalizada la estación de penitencia del Viernes Santo, se traslade a la Iglesia de la Inmaculada Concepción, donde será velado por turnos de cuatro hermanos de una hora, hasta el Domingo de Resurrección.

El primer ingreso femenino en esta Hermandad se produce el 6 de abril de1683.

Fue refundada después de la Guerra de la Independencia, el 28 de febrero de 1811, con el nombre de Hermandad del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. A partir de 1858 se instala en la Iglesia de San Miguel y se denomina definitivamente Santo Sepulcro.

Prácticamente desde su fundación la Hermandad tenía entre sus reglas una serie de prácticas; benéficas caritativas, socorriendo a pobres, atendiendo a enfermos, auxilio a vagabundos o pequeños delincuentes, dar sepultura a forasteros, etc. Sus miembros hacían salidas periódicas por las calles, con una taza con la insignia del Santo Entierro, para recaudar fondos con destino a pobres y necesitados, además de salidas especiales ante situaciones catastróficas (sequías, epidemias, plagas, etc.). Lo recaudado lo entregaban al Hermano Mayor y se asentaba en los libros correspondientes.

Después del debacle de la Guerra Civil de 1936, tan nefasto para la Semana Santa de Guadix, el 3 de mayo de 1950, se inicia una nueva época creándose la actual Hermandad Sacramental del Santo Sepulcro. El 6 de enero de 1951, el Obispo Álvarez Lara, aprueba los estatutos, nombrando Consiliario al canónigo Rvdo. Manuel Ballesteros Martínez; Maestre a D. Manuel José Ortiz López; Comendador mayor a D. José Galindo Galindo y Procurador a D. Francisco Moreno Jiménez. Se inicia su solemne erección canónica, el Domingo de Ramos 18 de marzo de 1951, con la investidura de los primeros 50 Caballeros por el obispo Álvarez Lara.

La tarde del Viernes Santo día 23 de marzo del mismo año, a las 20 horas, sale por primera vez, después del parón de la Guerra Civil, la procesión con la nueva imagen del Santo Sepulcro en urna. Ésta se cambió por el actual paso en el año 1985.

En el documento fundacional se estructura el diseño de la Hermandad, como así se recoge en sus estatutos: composición del Consejo – Consiliario, Maestre (Hermano Mayor), Vice-maestre, Comendador Mayor (Secretario), Procurador (Tesorero), Fiscal Mayor, Comendadores, y más actualmente el Jefe de Trono y 2 representantes de Portadores-; componentes de la Hermandad: Caballeros, Damas, Portadores y Hermanos Honorarios; número de asambleas; ajuar; fondos económicos; actos: siendo los más importantes la investidura del Domingo de Ramos, el Turno de Vela ante el Santísimo del Jueves al Viernes Santo (en el Sagrario), la procesión del Viernes Santo y la procesión del Corpus, además del Triduo en Cuaresma y la misa todos los sábados últimos de cada mes; se amortaja al cofrade fallecido con la indumentaria de la Hermandad; se celebra una misa por el sufragio de su alma; se viste a pobres; se aplica la caridad; se forma al cofrade a través de retiros espirituales y se invita a las autoridades civiles, militares y religiosas de la ciudad a acompañar al Santo Sepulcro en la procesión del Viernes Santo como procesión oficial, marcada des de épocas pasadas.

SEDE CANÓNICA
Iglesia de Ntra. Sra. de las Angustias

DESCRIPCIÓN DE LOS HÁBITOS
Los Caballeros y Damas visten túnicas blancas con botonadura y cíngulo rojos. Caperaza blanca. Capa rojo burdeos, zapatos negros y guantes blancos. Emblema de las cinco cruces (cruz de Jerusalén) en negro y oro, en el hombro izquierdo de la capa y emblema de la cruz patriarcal, en blanco y oro, en la zona frontal del capillo. Portan cirios encendidos durante la procesión.
Los Portadores llevan traje de chaqueta negro, corbata, calcetín y zapatos negros, camisa y guantes blancos y venera con la cruz de Jerusalén en rojo y oro. Los miembros del Consejo visten túnica con botonadura roja, cíngulo con borla, dorados, guantes blancos. Capirote rojo y capa blanca con filo negro. El emblema de las cinco cruces en dorado, en el hombro izquierdo de la capa y el emblema de la cruz patriarcal, en dorado, en la parte frontal del capillo. Portan guiones repujados de plata y el Maestre guión dorado.

ENSERES DESTACADOS
En orfebrería destacan: guiones, incensarios, ciriales, pebeteros y cartelas laterales del trono.
Coraza, espadas, lanzas y cascos de los romanos. Bordados: Paño de la Vera Cruz, Estandartes, Bandera y faldones.

DESCRIPCIÓN DE LA TALLA DEL PASO
El actual paso fue contratado, al taller Santa Rufina y Heras de Madrid en enero de 1951. La imagen del Cristo Yacente mide 1,50 m. en madera tallada y policromada, procedente de los restos de un crucificado del siglo XVII. Tiene la cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha con respecto al cuerpo, los brazos estirados a lo largo del mismo, paño de pureza tallado y piernas ligeramente flexionadas. Su policromía marca las heridas sangrantes en cabeza, tórax, antebrazos, rodillas y pies. Su expresión está marcada por unos ojos cerrados y boca entreabierta. Yace sobre un túmulo piramidal, sin urna, en madera de caoba de los Hermanos bastetanos Jiménez, posee en su parte superior una decoración fitomorfa en oro rematada en sus esquinas por columnas de, alabastro crema. En sus paredes de caras curvas se encuentran cartelas con las cruces de Jerusalén en ambos lados y las cruces patriarcales delante, y atrás. La base del túmulo tiene, en sus caras laterales 22 cartelas repujadas en plata, y en su parte superior cuatro altos candelabros en caoba y oro, en las esquinas con velones en rojo. Descansan en los laterales cuatro pebeteros de plata cincelada y repujada, para el incienso, así como los clásicos centros florales de, lirios malvas y claveles rojos. Los faldones del paso, son rojos, con flecos y cruces en oro en sus caras, rematados por broches de dos borlones de oro en cada esquina. Tiene cuatro varales delante, y atrás para ser transportado, en procesión por los portadores del Santo Sepulcro.

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