La Fundación Tutelar Futuro es una entidad sin fines de lucro que se encuentra en el municipio de Guadix (Granada). Su labor consiste en asumir la tutela de personas con discapacidad intelectual que no tienen familiares adecuados que puedan encargarse de ello y promueven un programa de voluntariado para que las personas tuteladas puedan contar con un referente afectivo externo a las residencias donde viven, denominándose éste, programa de Voluntariado Tutelar.
Con motivo del Día internacional del Voluntariado que se celebró el pasado día 5 de Diciembre, la Fundación Tutelar Futuro ha pedido a sus voluntarios y voluntarias que cuenten su experiencia para hacer llegar a la población lo importante y gratificante que es su trabajo. Y esto es lo que nos cuenta Mª Carmen, una de las voluntarias o “madrinas”, como cariñosamente las denominan, que actualmente apoyan y ofrecen su tiempo y cariño a los chicos y chicas tutelados que no tienen a nadie mas;
Mi nombre es Mª Carmen, voluntaria de la Fundación Tutelar Futuro desde 2003 y soy la madrina de Covadonga.
Yo siempre he sido una persona emprendedora y activa, me ha gustado participar siempre en todos las actividades del pueblo. Si eres así, te invito a que formes parte de esta Fundación.
Hace unos años hice un curso de voluntariado en el cual me dieron un tríptico publicitario de un curso que se había realizado en Guadix. Era para ser voluntario con personas con discapacidad, eso sonaba a cosa seria, pero en realidad no era así, nada que ver. Llamé al número de teléfono y fui a Guadix, a 80 km de mi pueblo, a informarme en qué consistía. Cuando me lo explicaron, todo me pareció una idea aún más conmovedora de lo que yo tenía en mente; era para personas con discapacidad sin familia o con ella desestructurada. Mi labor era tan sencilla como darle afecto, cariño, compañía, una llamada…y voluntariamente, solo es cuando yo pueda.
Yo había sido voluntaria con personas con discapacidad en mi pueblo, pero las necesidades son diferentes.
Una de las experiencias que me dejó enganchada a esta labor fue: cuando en el primer año como madrina de Cova, llegó su cumpleaños y le llevé una tarta y unos refrescos al centro para celebrarlo. Ella me preguntó: -¿A quién invito?, yo le dije que a quien ella quisiera, era su cumpleaños no el mío. Y me dijo: – Es que no lo sé, porque es la primera vez que lo celebro. Me faltó tarta por su puesto.
Esto me impacto mucho y me di cuenta que con solo llamarla si es que no puedo ir a visitarla, por la distancia a la que estamos, es suficiente para ella. Tiene alguien en el exterior.
Así han sido la mayoría de las experiencias, la mayoría buenas, las que podría estar escribiendo durante horas.
Para terminar, sólo resaltar que es una labor muy gratificante, sobre todo para ellos, la que puedes hacer con un mínimo esfuerzo e incluso sin tener tiempo libre, que puedo asegurar que yo tengo poco; pero estoy segura de que “ siempre hay un hueco para tomarte un café”.