Exposición temporal «Un mundo onírico de sentimientos y emociones»

La concejala de Turismo presenta la exposición temporal «Un mundo onírico de sentimientos y emociones» que acoge la Sala de Exposiciones de la Oficina de Turismo hasta el 18 de enero.

La concejala de Turismo del Ayuntamiento de Guadix, Ana Martínez Romero, ha presentado esta mañana la exposición «Un mundo onírico de sentimientos y emociones», organizada por la Asociación Domus Artis, que acoge la Sala de Exposiciones de la Oficina de Turismo del 20 de diciembre al 18 de enero, en horario de lunes a sábado de 10:00 – 14:00 y de 16:00 – 18:00, domingo y festivo de 10:00 – 14:00. La exposición rinde homenaje a la destacada trayectoria artística de Marisa Castilla Calvo, una de las pintoras más relevantes desde mitad del siglo XX en Granada. Con esta muestra celebran la vida y obra de una artista cuya sensibilidad y talento dejaron una profunda huella en el mundo del arte.

Junto a la concejala de Turismo han estado presentes Manuel Cano Castilla, hijo de la autora y Mª Rosa Sánchez Salmerón, impulsora de la exposición. Marisa Castilla, quien tristemente nos dejó el pasado mes de noviembre a los 90 años, dedicó su vida entera a la pintura, donde plasmó en sus lienzos una visión única de paisajes, retratos y sentimientos humanos. Desde su ingreso en la Escuela de Artes y Oficios de Granada en 1952, su carrera se caracterizó por su creatividad y versatilidad, logrando un sinfín de premios y reconocimientos.

Sus obras forman parte del patrimonio cultural de instituciones tan destacadas como la Universidad de Granada, el Ayuntamiento de Granada, la Diputación Provincial, las Escuelas del Ave María y el Arzobispado de Granada, reflejando su relevancia en el panorama artístico local y nacional.

En esta exposición podremos disfrutar de una muestra representativa de su legado, un recorrido por los colores, emociones y mundos que Marisa Castilla creó a lo largo de su prolífica carrera. La riqueza de su obra invita al espectador a sumergirse en un universo donde los sueños y las emociones cobran vida, evocando el alma de una artista que vivirá para siempre a través de sus pinturas.

Biografía de la artista 

Marisa Castilla nació el 11 de abril de 1934 en la Carrera del Darro, Granada.

Sus primeros cuadros son de las amistades y paisajes del Darro. Ya desde muy joven se la veía con sus lienzos pintando en la Carrera.

Se auto consideró siempre como una «pintora granadina».

   Amó la música clásica, quiso ser pianista, pero su padre (sastre de la aristocracia de Granada) no pudo comprarle uno. Su hermano mayor Gonzalo, viendo su talento artístico, le compró unos pinceles. Más tarde, cuando ya decidió ser pintora (todavía adolescente) dormía con un esqueleto de la consulta de su tío médico debajo de la cama, para estudiar anatomía.

   Su primer y único Maestro fue Gabriel Morcillo y cuando llevaba un año con él, pasó a ser su asistente y a enseñar, junto a Cristina (hermana de Gabriel) a alumnos que el Maestro no podía atender.

  Antes de su matrimonio, viajó por toda España, como artista novel, ganando premios y una beca en Paris. Después de casarse, y considerando el libertinaje artístico, se consagró a la familia sin nunca, salvo raros y necesarios momentos, dejar de pintar. Comandaba a sus niños con el cucharón, los pinceles y una alpargata que lanzaba siempre certeramente.

   Se entregó a la docencia en la Escuela de Artes y Oficios, ganando la simpatía y el respeto de innumerables alumnos. Destacó por su forma directa de enseñar, sin burocracias, yendo de frente a las formas y al color.

   Fue considerada, pero no aceptada, entre la élite artística granadina. Esto, la familia, la docencia, y una apatía total para socializar con la superficialidad, la hizo refugiarse exclusivamente en su Arte. Nunca dejó de pintar, se autoconsideraba una «trabajadora de los pinceles».

   La muerte del marido, también artista (Catedrático de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de Granada) y la salida de los hijos de casa, la sumió en una introspección mayor, si cabe, a la de su habitual naturaleza.

El círculo de alumnas más próximas, que siguieron con ella en su estudio una vez se jubiló, percibían su situación interna, con cierta preocupación.

   Una caída en 2018, le provocó un ictus y a partir de ahí su salud cognitiva se deterioró. Con el tiempo, problemas cardiovasculares y pulmonares la llevaron progresivamente a un estado de mayor dependencia, hasta su muerte en este año de 2024.

AYUNTAMIENTO DE GUADIX.

20 de diciembre de 2024.

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