Anecdotario: Don Carlos ha dicho… – Escolania de Guadix

En esta breve sección pretendo mostrar algunas de las frases o anécdotas más conocidas, comentadas y divertidas que se han ido transmitiendo, algunas de ellas de manera casi mítica, a través de los años y las distintas generaciones de escolanos.

– A una pregunta sobre cuando entrarían niñas en la escolanía respondía: “cuando acepten niñas en los Niños Cantores de Viena y en la Escolanía de Montserrat entonces nosotros tampoco”. Su firmeza en este aspecto no aguantó la presión de la nueva ley de coeducación de niños y se vio obligado a admitir niñas en el colegio y en el coro en el año 1998. para entonces D Carlos ya presentaba síntomas evidentes de deterioro. Sin embargo siempre habló muy bien de las niñas a las que ponía como ejemplo de seriedad y dedicación, de constancia y fuerza de voluntad.

– Cuando le comenté que había fundado un coro en Granada me dijo: “Ensaya todos los días; aunque venga un solo coralista, tú ensaya con él. No te abandones a la desilusión”. Desgraciadamente no le hice caso y cuando empezaron a fallarme lo dejé. Ahora me arrepiento. Era inflexible en las cuestiones de asistencias a ensayos, solía decir que la única excusa que teníamos para faltar a un ensayo era un dolor de muelas, porque “no existe un dolor tan insoportable como un dolor de muelas”.

– Era frecuente antes de una actuación o intervención religiosa esperar durante algún tiempo entre bastidores. Éramos niños y nos cansábamos con rapidez. D. Carlos siempre decía “el aguantoformo es la mejor medicina”. Naturalmente cuando alguna situación se volvía grave no dudaba en avisar a nuestros padres o mandarnos a casa en avión desde donde estuviéramos para que nos trataran adecuadamente la dolencia o enfermedad.

– Una de sus frases más terribles, porque solía ponerla en práctica era aquella de “Tranquilidad viene de tranca”.

– Si ante una regañina algun osado le replicaba diciendo “Don Carlos es que creía que…” rápidamente nos cortaba y nos decía “tú no creas más que el Credo y los artículos de la Fé”

– Cuando llegaban los lunes y preguntaba la lección del fin de semana y veía que casi nadie la había estudiado decía “postfestum pestum”, que literalmente significa algo así como que “después de la fiesta apesta”.

– En un viaje nos escapamos del colegio, porque nunca nos dejaba salir y nos fuimos a una feria que había cerca. Venia con nosotros Julián como practicante y como padre de dos cantores, o sea que ya éramos grandes, y cuando vio venir a Don Carlos se escondió detrás de los caballos y dijo: “no le he temido nunca ni a mi padre, ¡¡y le temo al cura…!!”

– En Santa María de la Alhambra, cantábamos la Misa Pontifical de Lorenzo Perosi, y le mandó la partitura a una pianista profesional cuyo nombre he olvidado, hizo una entrada del Kyrie para llorar, cómo sería de penosa que Don Carlos le dijo que no se preocupara, que seguíamos solos, realizando toda la misa a Capella. Al terminar, nos dijo “Yo os prefiero a vosotros, que tenéis menos conocimientos teóricos pero mucho más oficio.”

– Estando en Vigo, Don Carlos solía dar una coca si nos veía sin escudo, y les dio a tres o cuatro en el hotel, mandándonos a buscarlo a la habitación; cuando bajamos del cuarto vio que uno aún no lo traía y se dirigió a él, pero el chaval le gritó con las manos en alto, “¡¡Don Carlos, no, no!!, ya sé que vengo sin escudo pero ya me ha dado usted el guantazo”.

– Era un hombre tímido con las mujeres, hablando con ellas bajaba la cabeza. En cierta ocasión, le realizó una entrevista para la televisión una presentadora muy atractiva, en la sacristía de la catedral. Este es un momento simpatiquísimo de la conversación:
“Bueno, padre, ¿qué van a cantar ahora?”-preguntó ella
“Qué hermosa sois” –respondió Don Carlos con absoluta normalidad.
“Gracias, padre”. -La muchacha pensó que era una galantería del sacerdote.
“No, no, es una canción de Irruarízaga a cinco voces mixtas”.
La pobre se puso de todos los colores. Siguió la entrevista avergonzada, pero salió diciendo: “¡Qué corte!,¡en mi vida me ha pasado nada parecido!”

– Don Carlos decía de la canción ¡Triste España, sin ventura!, del Cancionero de Barbieri, que se podía aplicar a España en cualquier momento de su historia.

– “La Virgen de la Inmaculada tiene “tirón”: por las noches se ven venir a cantar a muchachos que estaban más o menos alejados del canto. Quiera Dios que el niño que fueron lo lleven dentro siempre”. (comentario hecho una noche de novena a la Virgen a la Inmaculada de 1991).

– Cada vez que algún maestro aprobaba las oposiciones y se marchaba del colegio decía: “me alegro por ti, pero pierdo un gran profesional”. Tenía una gran confianza en “sus” profesores ya que sabía cómo eran: él mismo los había formado.

– Tenía frases hechas para cada situación con los niños: “el que pregunta barre el cuartel”, “si quieres que algo funcione nombra a una persona, si quieres que no se haga nombra a una comisión”.

– Cuando todos los niños salían corriendo después de los ensayos antes de que dijera que ya podían salir gritaba tratando de retenerlos citando a don Quijote: “non fullades cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete”.

– Cuando fuimos a Austria, algunos mayores se trajeron, videocámaras televisores y radiocassettes y había que pagar en la aduana, creían que no abrirían los cajones de los trajes (que se llamaban “los muertos” por su similitud con los ataúdes), pero sí los abrieron y tuvieron que pagar el impuesto. Como todos venían raspados del viaje tuvimos que poner todo lo que llevábamos cada niño y al llegar a Guadix nos lo devolvieron.

– Solía decir: “El cura, donde no hace falta, estorba.”

– El día de la famosa riada, en el año 78, estando hablando sobre el futuro de la escolanía dijo: “aquí lo que hace falta es que no entre ningún cura; en el momento en que entre alguno, lo deshace”

– Otra frase memorable era aquella de: “El español lo primero que hace cuando le empujan es pararse”, para referirse a la manía de los niños de quedarse quietos cuando quería llevarlos hacia algún lado.

– Como colofón de este apartado me quedo con este deseo tan bonito como cierto que expresó en una ocasión:
“Donde esté un escolano cantando siempre permanecerá el espíritu de la Escolanía”

Casi todos los escolanos han seguido cantando dondequiera que la vida les ha guiado. Se puede decir que hay más de 500 pequeñas Escolanías por el mundo.

Amén

Fuente: www.escolaniadeguadix.com

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