BODEGA GRANADINA CONSIGUE, POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA DE LOS PREMIOS MEZQUITA, LA MEDALLA GRAN ORO, EL PREMIO DE LA DIPUTACIÓN DE CÓRDOBA Y EL PREMIO ELIO BERHANYER DE FORMA SIMULTÁNEA
BODEGAS MUÑANA – Departamento de Comunicación
El pasado día 30 de octubre, tuvo lugar el acto de entrega de la XXI Edición de los Premios Mezquita en las Reales
Caballerizas de Córdoba.
Promovido por Aula del Vino y organizado por la Academia del Vino de Córdoba, el concurso goza de un gran
prestigio en el mundo de la enología siendo considerado uno de los certámenes más importantes de España y
recibiendo cada año más participantes que quieren tener la oportunidad de optar a alguno de sus premios. El
jurado, de enorme talla profesional (dirección de Concha Torrecilla y con Manuel Mª Alejandre como presidente
del jurado) concede un total de 205 medallas, de las que nueve son de la más alta distinción, el Gran Mezquita de
Oro (una por categoría); 59 oros, 80 platas y 57 bronces.
Este año el vino andaluz ha tenido una gran presencia, dejando claro que el patrimonio enológico y la calidad del
vino español van mucho más allá de las denominaciones de origen más conocidas por el gran público. Entre todas
las bodegas, la granadina Bodegas Muñana, se alzó nada menos que con cinco premios:
Premio de la Diputación de Córdoba al Mejor Vino y Premio Gran Mezquita Oro para su emblemático MUÑANA
ROJO;
Medalla de Oro para DELIRIO Rosado de MUÑANA;
Medalla de Bronce y Premio Elio Berhanyer al Mejor Diseño de Etiqueta para DELIRIO Joven.
Se trata de la primera vez en la historia de los premios Mezquita, en la que una sola bodega es galardonada de
forma simultánea con el premio de la Diputación, el Gran Mezquita de Oro y el Premio Elio Bernhanyer al
Mejor Diseño de Etiqueta, concedido por el prestigioso Diseñador y Medalla de las Bellas Artes, Elio Berhanyer.
FAMILIA JULIÁN MORILLAS
Durante su intervención, Elio Bernhanyer resaltó que, aunque él sólo valora el “traje” de los vinos, las bodegas
deben de apostar por llegar a su público a través de las etiquetas que deben ser digno reflejo de lo que hay en su
interior, aunque muchos aún lo olvidan. Aunque la decisión ha sido difícil, según el diseñador, claramente en
Bodegas MUÑANA se está siguiendo esa línea, grandes vinos con excelente imagen.
El diseñador quedó también encantado con la iniciativa de Bodegas Muñana que ha dado origen a la serie de
etiquetas de la línea Delirio, dando una oportunidad a jóvenes diseñadores e ilustradores. Y ciertamente, cuando
probó el vino durante la entrega de premios, ratificó que el vino enamora tanto como su imagen.
Todo un orgullo que deja el pabellón del vino andaluz y, más concretamente granadino, muy alto.