Año de la Vida Consagrada en la Diócesis de Guadix

Cartel vida consagrada
Cartel vida consagrada

Año de la Vida Consagrada en la Diócesis de Guadix

El domingo 30 de noviembre comienza en la Diócesis de Guadix el Año de la Vida Consagrada. Comenzará con una Eucaristía en la catedral, presidida por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García. Asistirán los religiosos y religiosas que hay en la diócesis accitana y que comienzan así un año de gracia, de reflexión, de estímulo y de celebración. Convocado por el Papa Francisco, el Año de la Vida Consagrada comenzará el domingo 30 de noviembre de 2014 y se prolongará hasta el 2 de febrero de 2015.
“La vida consagrada, un regalo de Dios para el mundo” es el eslogan que va a presidir las celebraciones de este año, que en la Diócesis de Guadix tendrá un preludio el sábado 29 de noviembre. Para ese día hay programado un retiro conjunto entre la vida consagrada y los sacerdotes de la diócesis accitana. Después, por la tarde, habrá dos vigilias de oración, una en Baza y otra en Guadix, ambas a las 6 de la tarde. En Baza la vigilia será en el convento de las dominicas y en Guadix será en la parroquia de Santiago, con la presencia de las monjas clarisas. Al día siguiente, el domingo 30, será la apertura oficial de este Año de la Vida Consagrada en la Diócesis de Guadix, con la Misa de las 12, 30 en la catedral.
El Año de la Vida Consagrada ha sido convocado por el Papa Francisco con una triple finalidad: celebrar los 50 años del Concilio Vaticano II y de la publicación del decreto conciliar Perfectae Caritatis, sobre la renovación de la vida consagrada; afrontar el futuro de la vida religiosa con esperanza; y revitalizar la vocación de entrega y de servicio de todos los consagrados. En todo el mundo se van a suceder multitud de encuentros, congresos y celebraciones en este año de gracia que se presenta por delante. También en la Diócesis de Guadix serán muchas las celebraciones que se programen y los momentos en los que los consagrados ocupen un lugar destacado en la oración y la reflexión de la iglesia accitana.
Antonio Gómez

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