El silo evitaría, tal y como ya hizo el almacén de la Compañía Andaluza de Minas, que el mineral de hierro tome el ambiente en las zonas contiguas
07.10.12 – 01:14 – MIGUEL CÁRCELES | ALMERÍA.
El interés de Minas de Alquife Holding por poder utilizar el Puerto de Almería como plataforma logística con la que poder exportar toneladas y toneladas de mineral de hierro durante más de veinte años está más que claro. Esta misma semana, IDEAL avanzaba la predisposición de la compañía por participar económicamente con la construcción del enlace ferroviario con los muelles de la capital. Sin esa obra, la exportación no sería viable, ya que uno de los fuertes del yacimiento de Alquife (en Granada) es la existencia de una red logística bien tejida que permitiría su inmediata puesta en marcha excepto en un punto: el de la capital almeriense. Pero, además de esta disposición al ‘copago’ infraestructural -de acuerdo con las administraciones públicas, que exigen que el tren pase hacia el Puerto bajo tierra- también están dispuestos a generar infraestructuras que minimicen el impacto de la actividad logística y exportadora sobre el día a día de los ciudadanos.
La mayoría de almerienses entrados en años recordarán como en los sesenta y setenta una nube de polvo rojo sobrevolaba los barrios costeros. Era la que producía el vuelo de partículas del mineral a su llegada a la capital almeriense. El problema del polvo rojo se solventó con una obra de ingeniería: la que significó el Toblerone. Siempre en un circuito cerrado, el mineral de hierro pasaba de los vagones a un silo de almacenaje y de ahí a los barcos sin que se volatilizara.
La intención de Minas de Alquife Holding es ocupar un espacio en el muelle de Poniente de la capital almeriense. Y allí, construir un nuevo ‘Toblerone’, un silo de almacenaje en el que los trenes puedan descargar la mercancía y se acumule el mineral de hierro en tanto en cuanto los barcos no se la lleven a su destino.
El proceso de carga y descarga sería, por lo tanto, idéntico al de los años ochenta, pero en el muelle de Poniente del Puerto de Almería. Los trenes, una vez ya en el terreno portuario -una vez haya conexión ferroviaria- accederían al muelle exterior donde, los vagones contenedores se vacían por gravedad en unas cintas mecánicas que transportan la materia al interior de un silo de almacenaje que albergaría, cerrado, el mineral. Una vez con los barcos en disposición de carga, una pluma extraería el mineral y lo depositaría en el interior de las bodegas de los mercantes. Exactamente el mismo proceso que tenía el Toblerone.
Potencialidades
El principal motor -actualmente- para atraer los trenes al Puerto de Almería es el proyecto de Minas de Alquife Holding. No obstante, el interés del puerto por conseguir que las vías vuelvan a entrar en sus muelles no es algo que haya venido ligado a este proyecto. Viene de viejo. El Puerto de Almería, cabe recordar, es el único junto con Motril y Carboneras de todos los puertos mediterráneos de la red de Puertos del Estado que no cuenta con conexión ferroviaria. Y eso limita su capacidad exportadora, especialmente en materia de logística de mercancías.
La existencia del muelle exterior, de reciente creación, ha supuesto un incremento de su potencial logístico ligado al transporte de contenedores. Pero sin tren, crecer en este competitivo mercado -en el que la palma se la llevan puertos como Barcelona, Valencia o Algeciras- es más que complicado.
La llegada de la naviera israelí ZIM al transporte de contenedores supuso un revulsivo que podría crecer exponencialmente -con creación de puestos de trabajo ligados al campo de la logística portuaria y ferroviaria- siempre que el tren pudiera llegar a las dársenas de la capital almeriense.