A última hora del sábado 12 de marzo ha fallecido Mons. Juan García-Santacruz, obispo emérito de la diócesis de Guadix. Mons. García –Santacruz se encontraba muy enfermo en el hospital de Las Tres Culturas, de Toledo, desde que el pasado 24 de febrero fuese ingresado por una afección cardio-respiratoria, por la que tuvo que permanecer en la UVI varios días. Aunque fue llevado a planta el pasado jueves 3 de marzo, su estado de salud era muy frágil y una notable insuficiencia cardíaca hacía pensar en lo peor, como así ha sido finalmente.
Mons. Juan García-Santacruz recibirá sepultura en Guadix, en la catedral accitana, donde se ha preparado todo para acoger su cadáver. También en esta catedral se celebrarán las exequias, aunque aún no se ha establecido cuándo serán –seguramente el lunes próximo-.
Mons. Juan García- Santacruz Ortiz era obispo emérito de Guadix desde hacía poco más de un año: desde que el 27 de febrero de 2010 fuese ordenado obispo accitano el actual prelado, Mons. Ginés García. Desde aquél día, D. Juan pasó a ser obispo emérito de la diócesis de Guadix y marchó a Toledo, donde ha residido en compañía de su familia. Tenía 78 años y ha permanecido en la diócesis accitana algo más de 17 años como obispo titular. Sólo llevaba un año de obispo emérito de Guadix.
Descanse en paz Mons. Juan García-Santacruz, obispo emérito de la diócesis de Guadix
Antonio Gómez
Me siento prufundamente dolída con la noticia.D.JUAN me ha enseñado muchas cosas.Su sencillez,cercania al pueblo, amabilidad,siempre dispuesto a escuchar,a preocuparse de verdad por los demás no quedando en palabras sino en hechos el camino recorrido,visitar lugares llevando la palabra del señor y el concepto de una iglesia abierta y muy cercana al pueblo tratando que sus dolencias no le apartaran ,a dar animos y un largo etc. Me faltan palabras para agredecer lo que ha aprendido.Me quedo sobre todo con la persona tan humana,cercana,que te llena de paz interior y que te empuja a tender la mano aunque no te la pidan
Ahora que está junto al padre, desde allí, seguirá creciendo en nuestros corazones y guiándonos para seguir de la mano del Señor que nunca nos abandona.