Después de matar a un hombre con un martillo, Marius y su amigo se fueron de cañas con el hermano de la víctima, que no sabía nada 08.02.11 – 01:37 – M. V. C. | GRANADA.
Marius Silvio Lupan ha sido condenado por sus delitos casi siete años después de cometerlos. En 2004 acabó con la vida de un hombre en Villanueva de las Torres y casi le causa la muerte a otro, al que le robó el coche con la ayuda de un compatriota. Ocurrió en el mes de noviembre y Marius decidió volver a Rumanía tras los hechos, mientras que su compañero criminal, Daniel, se quedaba en España. Ahora, cuando han pasado más de seis años de aquellos crímenes, Marius ha sido condenado a 29 años y diez meses de prisión por un delito de asesinato, un intento de homicidio y dos robos con violencia.
Aunque han pasado varios años, la familia de la víctima «está muy satisfecha con la sentencia, al considerarla acorde con los graves hechos enjuiciados», según señaló el letrado de la acusación particular, Luis Felipe Martínez de las Heras.
Los hechos por los que ha sido condenado este súbdito rumano se remontan a noviembre de 2004, cuando junto a Daniel L. G., también rumano, llegaron a Villanueva de las Torres. Allí contactaron con Miguel Valenzuela, un vecino de 61 años al que conocían porque habían trabajado en la localidad en la recogida de la aceituna. Miguel los acogió en su casa.
Dos días después, los dos hombres se enzarzaron en una discusión con el dueño de la casa durante la cual cogieron un martillo usado para derribar paredes, con el que golpearon al hombre violentamente «con el propósito de acabar con su vida, y con consciente aumento del sufrimiento provocado», según se recoge en la sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial, a la que tuvo acceso este periódico.
Así, se recoge en los hechos probados que primero le golpearon en el dormitorio, luego lo arrastraron a una especie de almacén, donde siguieron propinándole martillazos que le causaron la muerte. Miguel Valenzuela tenía 61 años cuando murió. Una vez que acabaron con la vida del hombre, cogieron varios objetos de la casa que guardaron en bolsas de deporte y fueron a casa del hermano del fallecido.
De cañas
Allí se encontraron con la mujer, a la que pidieron dinero y quien les dijo que Antonio, el hermano de la víctima, estaba en un bar próximo. Allí tomaron algunas cervezas con el hermano de la víctima, que no sabía nada de lo ocurrido. Cuando quisieron salir del pueblo se acercaron a otro vecino al que le dijeron que les diera el coche. Al ver que el hombre, José M., no cedía, la emprendieron a golpes con él hasta que perdió el conocimiento.
Cuando huían del municipio en el citado vehículo tuvieron un accidente al caer por una pendiente de unos cinco metros, saliendo ilesos. Se las arreglaron para llegar a Madrid, donde Marius decidió volver a Rumanía. Finalmente, la Audiencia Provincial de Granada lo condena a la pena máxima, 20 años por el asesinato de Miguel Valenzuela y 9 años y diez meses por el intento de homicidio de José M., así como por los dos robos con violencia. Además, debe pagar una indemnización a la familia y a José M. que asciende a 142.000 euros. Su compañero en estos crímenes, Daniel, fue condenado a la misma pena en 2008.