[HISTORIA] AÑO 1809. DESACUERDO ENTRE LA JUNTA DE OBSERVANCIA Y DEFENSA DE GUADIX Y EL CORREGIDOR AYNAT
Estando el recién nombrado rey de España Fernando VII en Bayona (1808), y Napoleón con la idea de hacerse dueño de España, es el pueblo el que inicia un levantamiento casi general contra los franceses y no sólo utilizando las armas, sino también organizándose para hacer frente a sus ejércitos. Así se constituyen las Juntas en cada demarcación provincial o comarcal que están convencidas que la renuncia de Fernando VII, soberano legítimo, no ha sido libremente otorgada y por lo tanto no es válida y además los tradicionales órganos de gobierno,-el Consejo de Castilla y hasta algunos capitanes generales-, se mostraban afectos al rey impuesto por Napoleón, su hermano José Bonaparte. Las Juntas, iniciativa de la sociedad, atendían tres necesidades: organizar la resistencia, articular la multiplicidad regional en una unidad de carácter nacional creando una “Junta Central” y solicitar el apoyo de la gran potencia mundial, Inglaterra, que estaba enfrentada con Francia. Además de la Junta Central se crearon Juntas Provinciales y Juntas Locales que estaban en manos de la burguesía de la ciudad, militares y clero.
Tras los acontecimientos del 2 de Mayo de 1808, en Guadix se ve la necesidad de formar una Junta que velase por el Reino con iniciativas para hacer frente a los franceses poniendo en marcha un cuerpo de ejército, organizando la defensa de la zona y pidiendo que se hicieran rogativas públicas en todas las iglesias al tiempo que se hacían colectas especiales para las necesidades del ejército. Por iniciativa de la Iglesia el cabildo aprueba entregar todo el dinero que había en las arcas de la catedral, así como algunas alhajas, todo por un valor de unos 176.000 reales, también se organizó el Regimiento de Cazadores, formado por 1.200 hombres que al mando de Francisco Chacón partiría el 22 de Diciembre de 1808 para reforzar el Ejército del Centro.
En nuestra ciudad hubo graves enfrentamientos entre algunos miembros de la Junta, que formaban parte del Ayuntamiento, y el Corregidor, D. Rafael Aynat, de talante ilustrado, que chocaba con la mayoría de sus componentes que intentaban debilitar su autoridad. Uno de los conflictos entre las dos instituciones locales se produjo una vez iniciado el conflicto con los franceses, al anunciarse el paso por Guadix de tropas inglesas en dirección al frente de Levante al mando de Lord Doyle1
El documento que a continuación transcribo corresponde al problema que hubo entre la Junta y el Corregidor por el recibimiento del inglés Lord Doyle2
“D. José García de Castro, secretario vocal y contador de la Junta de Observancia y Defensa de esta ciudad de Guadix y su partido certifico: Que entre los acuerdos celebrados por la misma resultan los de del tenor siguiente:
ACUERDOS:
En la ciudad de Guadix a trece de Abril de mil ochocientos nueve, conocedora la Junta que en la tarde de dicho día llegaría de tránsito el Excmo. Señor Lord Doyle, encargado de S.M. Británica cerca de nuestros ejércitos, inmediatamente se adoptaron todos los medios y recursos que pudieran contribuir al más decente recibimiento y obsequios más expresivos a un personaje tan benemérito y hermano nuestro; se dispuso en primer lugar que sin perder un momento se habilitasen los dos coches más decorosos que hay en el pueblo, y que en ellos saliesen al camino el Sr. Corregidor, el Sr. D. Antonio Casalos y el Sr. D. José Ruiz Maldonado, como comisionados, alojándolo en la casas del Corregidor, y que la partida que por casualidad se halla en esta misma ciudad, con el oficial que la manda, se dispusiese para hacerle la guardia y honores posibles dividiéndose en dos secciones, la primera apostada en el sitio del encuentro, disparando una salva en demostración del más cordial afecto; y la segunda en la entrada del pueblo para practicar iguales demostraciones, sin perjuicio de todo lo demás que por corporaciones y por particulares pueda contribuir al logro de tan justos objetos, de manera que no se omita cosa alguna, y más bien la Junta se haga notar por exceso que por defecto. Y lo firmaron los Sres que lo acordaron y se hallaron presentes = Dr. D. Antonio de Robles, doctoral de la catedral = José Ruiz Maldonado = Fco Trujillo = Antonio Casalos = Fr. Diego del Río = Basilio Navarrete = Rodrigo Muñoz y Ruiz = García de Castro, Secretario
En el mismo día y habiéndose notado con el mayor dolor y escándalo no haberse logrado cosa alguna de lo acordado, con desaire conocido, se mandó comparecer a los Sres. Comisionados D. Antonio Casalos y D. José Ruiz para que en la mañana siguiente del catorce manifestasen los motivos de una omisión tan culpable, y presentados que fueron ante la Junta manifestaron: Que a la hora de las dos de la tarde, sobre poco más o menos, recibió el dicho Sr. Ruiz de mano de un criado del Sr. Corregidor un despacho escrito de su puño, aunque no firmado, que presentó a esta Junta y dice lo siguiente:
Despacho….Sr. Ruiz: Sírvase Vmd suspender toda gestión en razón de recibir al Sr. Doile. Igual despacho remitió al Sr. Casalos, que también presentó.
Aunque según el contenido de dicha nota los Sres. Comisionados comprendieron que la suspensión de los preparativos sería tal vez por haberse retrasado la venida del referido Sr. Doyle, procuraron acercarse a las casas del Sr. Corregidor para investigar los motivos de esta suspensión, pero encontraron las puertas de la escalera cerradas y aún entendieron, de varios a quién preguntaron, que dicho Sr. estaba durmiendo, y habiendo vuelto al expresado Sr. Ruiz a la hora como las cuatro de la misma tarde vio al Sr. Corregidor y preguntada la causa respondió que había presentido ciertas etiquetas del Ayuntamiento de esta ciudad con respecto de a cuál de los dos cuerpos correspondía el recibimiento del dicho Sr. Excmo y que por no hacerse cabeza de ningún partido había resuelto hacer su deber, haciendo cada uno lo que quisiera por su parte. Viendo los dichos Sres que la hora era avanzada y que debía llegar el Excmo. Sr. Doyle de un minuto a otro y que los coches que se habían pedido se habían dispersado, en virtud del segundo recado del Sr. Corregidor que contestando a un criado del Sr. Ruiz sobre si se despedían o no dijo que se despidieran, y viendo que en el poco tiempo que quedaba no podían por sí preparar el debido y obsequioso recibimiento para dicho señor, determinaron dar cuenta a la Junta como lo han hecho. Y es cuanto tienen que exponer no debiendo dudarse de que cada uno de los comisionados cumplió con sus respectivos deberes, previniendo el uno los coches y el otro teniendo ordenada la tropa armada y dispuesta hasta el acto de recibir la esquela.
Instruida así la Junta (que apuró todos sus esfuerzos para no empañar el recibimiento de dicho señor, por precaver los riesgos de un movimiento público, puesto que todo este vecindario se hallaba en las entradas, y con el extraordinario regocijo de recibir tan distinguido pasajero, cuyos afectos ya se habían cambiado en tristes sentimientos) teniendo en consideración por una parte que los despachos presentados son de puño y letra del Corregidor D. Rafael Aynat, por otra que todos los hechos que explican los comisionados son notorios, y por otra que tales acontecimientos, sobre el tormento y aflicciones que afectan a todo agradecido y buen español, causan el más transcendental descrédito a un cuerpo (la Junta) que con tantos afanes se ha dedicado y dedica gustoso al servicio de la Patria y sus bienhechores, se acordó que con certificado literal de este acuerdo y el anterior, se ponga en conocimiento de S.M. por medio de la Junta Suprema Central del Reino, este hecho, para que conozca la conducta de esta subalterna (la Junta local), que con otro igual se dé satisfacción a dicho Excmo. Sr. Doyle, que del mismo modo se represente a la Superior Junta de la ciudad de Granada, que con iguales testimonios se envíe comunicación a los Ilmos. Sr. Obispo y cabildo secular y eclesiástico para que, para perpetua memoria de los hechos, se custodien en sus respectivos archivos y últimamente que se comunique al Corregidor a fin de que cuando se presenten semejantes llegadas, por avisos previos o […] de pasaportes, se pasen a la Junta inmediatamente, bien originales o bien por testimonio, para que le sirva de gobierno, entendiendo que de lo contrario serán de su cargo todos los defectos y más cuando es seguro que el Ayuntamiento, ni en el caso referido ni en alguno otro, ha promovido o motivado etiqueta ni otra especie de impedimento a la pronta expedición de los negocios públicos y constando que el Corregidor mismo presidió el primer acuerdo, lo aprobó sin reparo alguno, circunstancia que hace extrañar mucho más la novedad de las esquelas, que originales se incorporaron con esta determinación para los efectos convenientes. Y lo firmaron = Dr. D. Antonio de Robles = Fr. José Fernández = Rodrigo Muñoz y Ruiz = José Ruiz = Fr. Diego del Río = Sebastián de Guindos = Antonio Casalos = Fco Trujillo = José García de Castro secretario
Así consta y parece de los expresados acuerdos que originales quedan en los libros de esta secretaría de mi cargo a que me refiero. Guadix catorce de Abril de mil ochocientos y nueve.
NOTAS:
1.- Datos tomados del libro “Guadix y su obispado en la Guerra de la Independencia” de Santiago Pérez López, págs. 69-71
2.- El incidente sobre el recibimiento de Lord Doyle lo recoge ampliamente Santiago Pérez López en su libro que aparece en la nota anterior en las págs. 71 y 72
Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix
Autor: José Rivera Tubilla