S.A.I. Catedral, 27 de Noviembre de 2010
Queridos hermanos en el Señor:
Con esta solemne vigilia comenzamos el tiempo del Adviento, tiempo de esperanza. Nos preparamos a la venida del Señor, que es memoria de su venida en la Carne, reconocimiento de su venida hoy a nuestras vidas, y espera confiada de la venida que realizará para consumar el mundo y la historia.