Al subir al trono de España el rey Felipe V hizo promulgar la Ley Sálica por la que las mujeres sólo podrían heredar el trono en el caso de que no hubiera herederos varones en la línea principal,-hijos-, o lateral,-hermanos y sobrinos.
El rey Carlos IV hizo aprobar a las Cortes en 1789 una disposición para derogar la ley y volver a las normas de sucesión establecidas por el código de las Partidas. Sin embargo, la Pragmática Sanción Real no llegó a publicarse hasta que su hijo Fernando VII la promulgó en 1830, desencadenando el conflicto dinástico que dio lugar a las Guerras Carlistas.