Guadix, 21 de Abril de 2011.
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
Esta es la tarde del Cenáculo; nuestra Catedral y todas las iglesias del mundo se convierten en auténticos cenáculos donde se actualizan los gestos que Jesús realizó en la última cena con sus discípulos; y lo que es más importante, no solo se actualizan los gestos sino el contenido de lo que esos gestos representan. Nos ha recordado hace poco el Papa: “lo que la Iglesia celebra en la Misa no es la Última Cena, sino lo que el Señor ha instituido en la Última Cena, confiándolo a la Iglesia: el memorial de su muerte sacrificial”.