Los hermanos de Cruz Blanca de la comunidad que hay en Huéneja –diócesis de Guadix- han estado de fiesta este fin de semana porque celebraron la profesión de votos perpetuos del hermano Ramón Belda Ruiz. La celebración tuvo lugar el sábado 8 de octubre, en la iglesia parroquia de Huéneja,, y estuvo presidida por el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, y por el Superior General de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, el hermano Miguel López. Concelebraron algunos sacerdotes de la zona del Marquesado y asistieron numerosos religiosos de la congregación y feligreses de la parroquia de Huéneja.
La profesión de votos perpetuos es el último paso que dan los hermanos cuando deciden pertenecer a la institución. Primero comienzan con un proceso de formación en el juniorado y después siguen, durante años, asumiendo los votos religiosos pero con compromisos temporales, que se renuevan hasta que llega el momento de hacer los votos definitivos. Y éste ha sido el paso que dio el hermano Ramón Belda el pasado sábado 8 de octubre. Desde ese día ya es hermano franciscano de Cruz Blanca con todos los derechos y obligaciones y, por supuesto, para siempre.
CON ANCIANOS EN HUÉNEJA
Los hermanos de Cruz Blanca se dedican al servicio de los más pobres entre los pobres. Los ancianos, los inmigrantes, las personas sin hogar, los disminuidos físicos y psíquicos,… son los preferidos por estos hermanos cuya labor es callada pero muy efectiva. En la diócesis de Guadix llevan muy pocos años, desde que en 2009 se abriera la Residencia de Ancianos, o mejor como ellos llaman, la Casa Familiar Nuestra Señora de La Presentación. Allí cuidan a una treintena de ancianos en un clima de fraternidad, como si fuesen una gran familia.
Esta residencia, que se abrió gracias al esfuerzo de Cáritas Diocesana de Guadix y de la Fundación que la sustenta, así como de numerosas aportaciones, ha servido para aportar un poco más de vida en la maltrecha economía de la zona, en especial para el pueblo de Huéneja y sus alrededores.
EL CARISMA
En la web de los Franciscanos de Cruz Blanca ( http://www.cruzblanca.org ) ellos mismos hablan de su carisma. Y lo hacen con estas palabras:
“El Carisma de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca gira en torno al cuarto voto que profesamos junto con los de Castidad, Pobreza y Obediencia. Se trata de la asistencia a los enfermos incurables y a los más necesitados.
En un ambiente familiar, de cercanía y convivencia fraterna entre Hermanos, asistidos y voluntarios, los Hermanos gozamos de la inmensa gracia de poder asistir al mismo Dios encarnado en todos los hombres pero especialmente en los más enfermos.
Comunidades reducidas de Hermanos y un número no muy elevado de asistidos, hace posible que en nuestras «Casas Familiares» se viva un ambiente de familia, donde las vivencias en el día a día son muy cercanas e intensas.
El Hermano Franciscano de Cruz Blanca no es sólo una persona consagrada que atiende a los enfermos y pobres en sus necesidades materiales más básicas. El verdadero Franciscano de Cruz Blanca, siguiendo los pasos de nuestro Fundador, el Hermano lsidoro, vive al lado del asistido, estando y siendo, dando y recibiendo. La presencia cercana, el trato cariñoso, los gestos de amor fraternal, deben jalonar nuestra vida de consagrados para el Reino sirviendo a los que hoy nadie quiere: disminuidos físicos y psíquicos, enfermos terminales, inmigrantes, ancianos, enfermos de SIDA, alcohólicos o transeúntes”.
Antonio Gómez