Libro: El alma apacible de Face Retama de D. Manuel Amezcua Morillas
Hernán Valle, seis reyes y un obispo“Tras la Guerra de Granada (1482-1492)
Guadix se transforma paulatinamente de importante enclave musulmán a ciudad mitrada y episcopal.
No fue fácil, ni para los antiguos moradores nazaríes ni para los nuevos y victoriosos castellanos, mudar las ideas y las costumbres: transformar, al fin, a las personas.
Las tensiones, los miedos, las indecisiones y los mil avatares internos de las conciencias honradas… o no tanto, produjeron mil cambios, tensos y difíciles de asumir.
Dos guadijeños del mismo nombre, ambos llamados Abraham, decidieron actuar desde idénticas convicciones, de dos formas completamente diferentes y opuestas.
Uno optó por lo que hoy llamaríamos sabotaje terrorista y el otro por una diplomacia tan sutil como dificultosa, entre cuatro monarcas nazaríes y el ímpetu arrollador del poderío militar de los Reyes Católicos.
Para colmo, el obispo, cabeza de la ciudad conquistada, intervino en la recreación de las nuevas conciencias.
Todo ello tiene lugar en torno a Face Retama, que es santuario del presente, refugio del pasado y evocación constante del futuro: un lugar único con un alma apacible.”Este es el texto que aparece en la contraportada de este libro de Ediciones Alféizar y resume bien su contenido sin “expoliarlo”, o, como dirían los cursis más actualizados hacer “spoiler”, que viene a ser lo mismo, pero en extranjero que luce mucho más… pues todavía en España un “barbarismo” o “extranjerismo”, da mucho lucimiento o “caché”.
Es ello tal que lo propio siempre está denostado. Cualquiera de nuestros pueblos y ciudades tiene historia, hechos, costumbres peculiares y múltiples originalidades diversas que, por lo común, son tristemente ignoradas.
Este libro quiere ser un reflejo del difícil, pero imprescindible, diálogo actual entre el islam y el cristianismo, al tiempo que un canto a nuestros hombres y nuestras tierras.
Somos la síntesis de Europa, África y ese abigarrado caudal de acontecimientos sucesivos y simultáneos que llamamos el Mediterráneo. Guadix es un resumen de sí mismo, que aflora desde raíces milenarias y florece en un sinfín de frutos de la más variada especie. Somos múltiples, muy difícilmente unitarios, lo nuestro es la pluralidad: una mezcolanza, cuyos elementos nunca terminan de disolverse y se manifiestan en miles de costumbres, nombres, conceptos y actitudes.
Lo nuestro ha sido desde siempre un cruce de caminos en la geografía física, pero también en la espiritual, histórica y perfectamente humana. Por eso, Guadix es único, esencialmente irrepetible y originalísimo en todo su desarrollo vital.
Este ombligo telúrico de arcilla sedimentada y corroída por un agua siempre anhelada, es original y originario, originante desde su origen y, por ello, capaz de meterse hasta lo hondo en cualquier alma que conozca el modo de reconocerlo como apacible.
Os deseo a todos feliz lectura, previa adquisición del libro en los comercios del ramo.
Manuel Amezcua Morillas.