El esfuerzo y el carácter emprendedor caracterizan a los vecinos de esta localidad en fiestas
21.08.10 – 02:23 – TEXTO Y FOTOS: J. J. PÉREZ |
La Villa Real de Purullena se viste de fiesta en el mes de agosto. El pueblo, famoso en otros tiempos por los puestos de cerámica, deja por unos días su actividad y se dispone a compartir con el visitante su carácter emprendedor e innovador. Purullena presume de ser uno de los pueblos con más iniciativa de la comarca y con tener en su suelo arcilloso algunas de las empresas más importantes de la zona.
Purullena es siempre espíritu de superación. Hace unos años Francisco Martín inició una pequeña aventura comercial junto a la travesía que cruzaba el pueblo. Transformó la entrada de su casa primero en un puesto de postales y después en una exposición de cerámica local, cobres y otros cacharros típicos.
La curiosidad de los turistas por aquellos cacharros cambió la fisonomía de la villa. La hija de Francisco, Maribel, mantiene la tradición, que cree que la crisis ha hecho más daño que el desvío de la autovía. «Me da pena que la gente esté cerrando sus negocios», explica. La saga continúa, su hijo Francisco Requena fue distinguido por la Asociación Intersectorial de Empresarios por haber convertido la Cueva La Inmaculada en un museo de la cerámica. Maribel espera que su nieto Paco también siga la tradición familiar y vinculado a los cacharros de cerámica. De momento, Paco prefiere soñar con los cacharros de la feria en el carricoche que sus padres y abuelos pasean por el ferial.
Paco Pérez es un empresario de la piedra; su empresa instalada en Guadix, Artipiedra, da trabajo a cuatro personas. Ha encontrado la solución a la crisis -pese a que su negocio está vinculado a la construcción -a través de la innovación porque, según dice, «siempre tenemos algo nuevo que ofrecer». Su novia, Mercedes Ferreira, confirma que la mente de Paco se sabe adaptar a los cambios.
Tan duros como la piedra son los músculos de José Rojas, ciclista local que se acercó al deporte adaptado tras un accidente. En poco tiempo, José se ha convertido en un deportista de élite. La feria fue una buena ocasión para que la villa expresase su cariño y admiración por este deportista que sueña con desfilar en los próximos juegos de Londres 2012.
José hizo de la caseta municipal un lagrimerío cuando convirtió el acto en el que se le reconocía públicamente en un homenaje a sus padres. El pueblo ha abierto un foro de apoyo en Internet y una cuenta bancaria para recaudar fondos que le permitan adquirir una nueva bicicleta adaptada de altísima competición.
José lo da todo en cada carrera y, según reza en su ropa, esa es la intención de la peña formada por Gemma, Débora, Laura, Sara, Laura, Esther, Leila, Carmen y Virginia. Podrán intentarlo porque la feria de Purullena es una de las más visitadas de la comarca de Guadix, según asegura Sergio Fernández acompañado de su mujer Yolanda Ruiz, vecina del cercano Marchal.
En definitiva, Purullena es un pueblo «para vivir bien» según el párroco del pueblo, José Manuel Suárez. El cura ha observado cómo los vecinos son capaces de unirse para convertir los proyectos en éxitos y mantenerse fieles a su tierra porque la «gente se agarra a la arcilla». El mejor resumen de las fiestas lo da junto al párroco Jorge García con una sola palabra: «genial».
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