La catedral accitana del motor

El circuito, en el que Hamilton inició su carrera, sirve de ´plató´ para numerosas campañas publicitarias que benefician económicamente a la comarca

IRENE MOLERO Sentirse todo un campeón a manos de un Ferrari conduciendo a más de 240 kilómetros por hora es una experiencia única que, sin embargo, puede estar al alcance de cualquier apasionado del mundo del motor sin salir de la provincia. Así, el circuito de Guadix, llamado también ´La catedral del motor´, permite correr con total libertad, aprendiendo y, lo que es más importante, con todas las medidas de seguridad garantizadas.

Su trazado, de 3 kilómetros de longitud, se inauguró el 3 de junio de 2002 y, desde entonces, se ha convertido en un lugar de referencia para pilotos y equipos, tanto nacionales como internacionales, que buscan un sitio donde aprender nuevas técnicas de conducción, perfeccionar lo aprendido y nuevas experiencias.

El propietario, el británico Clive Greenhalgh, no sólo ve en la pista accitana un negocio, sino una pasión, la de su profesión, piloto, y la de toda su familia, que no escatima en esfuerzo para hacer de este lugar un paraíso para los amantes de los coches de competición y de las motos.

Para Greenhalgh, la clave del éxito de este circuito está en su privacidad y seguridad, de ahí que muchos pilotos profesionales lo elijan en sus comienzos, como fue el caso del campeón del mundo de Fórmula 1, Louis Hamilton. «Ha venido muchas veces a entrenarse aquí cuando estaba empezando, con 15 años. Ahora es muy conocido, pero casi nadie sabe que le gustaba utilizar estas pistas para perfeccionar su conducción», señala Greenhalgh.

´La catedral del motor´ también ha servido como escenario para el rodaje de numerosos anuncios publicitarios de coches y motos antes de que salgan al mercado. Estas grabaciones suelen ser bastante rentables, no sólo para el circuito, sino para toda la comarca e incluso la capital . «El año pasado los fabricantes de Mitsubishi rodaron un anuncio de uno de sus nuevos vehículos y, durante seis semanas de estancia, se gastaron 350.000 euros entre hoteles, catering, actividades y el alquiler de la pista. Sólo en gasolina requirieron más de 500 litros al día», relata el propietario del circuito.

También la marca de motos KTM eligió Guadix para el rodaje de otro anuncio publicitario que costó otros 350.000 euros aproximadamente. El spot del nuevo Twingo se grabó, asimismo, en el circuito accitano con la máxima discreción, según Greenhalgh. «El anuncio de este coche ha sido de los más vistos por televisión, y sin embargo, nadie sabe que se rodó aquí, ya que todo tiene que ser muy secreto: traen el coche en una caja de seguridad, tienen sus propios vigilantes y, además, todo el personal está muy vigilado debido a que no pueden portar teléfonos por el problema de las cámaras de fotos», narra el propietario.

La repercusión económica de los rodajes publicitarios en la zona representa sólo parte de las posibilidades que ofrece ´La catedral del motor´ como atractivo turístico de la comarca de Guadix. En 2008, los clientes del circuito dejaron en la zona dos millones de euros, una rentabilidad a la que se une la publicidad que proporciona albergar una pista en la que se mezclan las visitas culturales con la adrenalina de las carreras. Greenhalgh, entendido en ambas materias, explica que «a los aficionados al motor también les gusta mucho el circuito de Guadix porque les da la posibilidad de conocer un lugar nuevo, donde se puede disfrutar de una buena comida o cena, tranquilo y con la posibilidad de nuevas experiencias como, por ejemplo, la estancia en una casa cueva».

Aunque la pista ha adaptado sus precios a cualquier bolsillo –rodar en un ferrari con instructor ronda los 119 euros–, sus clientes habituales suelen ser multimillonarios que buscan disfrutar de su deporte favorito con privacidad. «Tenemos usuarios billonarios, grandes empresarios que vienen con sus Fórmula 1 históricos. Algunos pueden costar más de dos millones de euros, pero como el circuito destaca por su privacidad, se quedan tres o cuatro días en Guadix, donde nadie los conoce, y se sienten muy a gusto. Uno de estos clientes tiene más de 200 coches históricos y pagó cerca de 9,5 millones de euros por uno de ellos», infiere el propietario de la pista.

Editado en www.laopiniondegranada.es

Deja un comentario