El origen y curiosidades de la tradición ceramista de Guadix

El origen y curiosidades de la tradición ceramista de Guadix

La ciudad granadina de Guadix tiene varios productos locales muy representativos del municipio. Entre los manjares típicos de la zona y todo aquello relacionado con la sillería y cestería, en este artículo destacaremos la tradición ceramista, que ha llegado fuera de las fronteras y es de tradición milenaria.

Estas actividades nunca son fruto de las casualidades, sino que tienen un motivo de ser. Eso se explica porque la comarca de Guadix y el Marquesado cuenta con un terreno arcilloso que permite hacer una cerámica muy particular, con características únicas, y que se ha ido practicando durante milenios.

Desde la Prehistoria hasta la actualidad Guadix mantiene la tradición ceramista

Los primeros restos cerámicos descubiertos por los arqueólogos datan del periodo de la Prehistoria. Como es habitual en estos casos, las primeras elaboraciones eran para solucionar las necesidades domésticas. Las primeras descubiertas eran las vasijas y ánforas para conservar los alimentos del exterior.

Su influencia fue muy grande en toda Andalucía, pero también en España en Europa. Incluso en Roma se llegaron a encontrar trozos de recipientes hechos con cerámica de Guadix con fecha del siglo I y II d. C. Tal fue su importancia que incluso se usa el gentilicio del municipio, accitano, para referirse a un estilo artístico concreto.

Aunque la cerámica se ha usado tradicionalmente para realizar muchos objetos, como por ejemplo fichas y piezas para entretenimientos sociales, en Guadix la especialidad era otra. Está relacionado con la jarra, la jarra accitana. Como particularidad destacaba la arcilla sin vidriar, sin ningún tipo de brillo, y se usaba tradicionalmente como regalo de novios. A la pareja que contraía matrimonio se le introducía en el interior regalos en metálicos. Una pieza única, de un valor incalculable y una tradición que poco a poco se ha ido perdiendo.

La jarra accitana era el tradicional regalo de la ciudad

No solamente eran y son expertos en este tipo de recipientes. También podemos encontrar el típico cántaro que sigue usándose en muchos pueblos de España, el lebrillo, el cubo, los jarrones decorativos o los juegos de café, uno de los productos que más tiempo de elaboración requieren y que mejor valorados están.

La tradición ceramista es una de las actividades más manuales que pueden existir. El procedimiento es conocido por muchos: unos rollos de barro y moldeándolo usando las técnicas del torneado a través de un torno giratorio. El ritmo está controlado en todo momento por el pie del alfarero, que da la forma deseada con sus manos.

Acto seguido, se deja la pieza reponer para que se seque y se introduce en un horno para su cocción. Finalmente, y no menos importante, viene la decoración: la incisión, la pintura, el vidriado, la incrustación y muchas otras técnicas posibles. Estas tradiciones poco a poco se van recuperando y se sigue luchando para que no se pierdan definitivamente.

En la actualidad, varios artesanos que habían trabajado la cerámica se están reinventando, innovando y poniendo en práctica nuevas y originales técnicas.

Eso no solo sirve para reactivar la posible comercialización, sino que los más jóvenes lo ven como una salida profesional posible y entidades, como el Centro Ocupacional Acci, están emprendiendo formaciones relacionadas con la arcilla roja. Clave para no perder la tradición.

La visita en algún taller, así como el museo y alguna de las numerosas cuevas, siempre es gratificante

Tanto si sois de Guadix como si vais de paso, es muy recomendable poder hacer una visita a alguno de los talleres de forja de la ciudad, ver los mecanismos que se usan ahora y conocer aquellos de la antigüedad. Además, descubriréis las particularidades de cada uno de estos artesanos, que todos ellos tienen un toque especial.

Pero las visitas no se quedan aquí, en el museo Trópolis encontrarás talleres y todas aquellas explicaciones sobre la historia y tradición de Guadix.

No solo en la cerámica, sino también los vinos, el pan o la sillería. Y para aquellos más deportistas, les invitamos a hacer una ruta por las tierras argilosas de la comarca y descubrir las más de 2.000 cuevas que tienen. Incluso hay ciudadanos que, adaptándose al entorno, viven en ellas. Increíble, ¿verdad?

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