La mitad han sido por mociones de censura que tienen más de personal que de político
10.04.10 – 02:27 – QUICO CHIRINO | GRANADA.
Diecisiete ayuntamientos de la provincia han cambiado de alcalde desde las elecciones municipales de mayo de 2007. La mitad, ocho, han sido mediante mociones de censura -cómo la más reciente de Castilléjar o la inverosímil de Agrón, donde PSOE y PP le arrebataron la alcaldía a un independiente. En la política da igual ser el ‘segundo plato’, importa más estar sobre la mesa.
Han sido pueblos pequeños, ayuntamientos diminutos, sin apenas presupuesto y con poca voz en la Diputación Provincial -que es lo que verdaderamente preocupa a los dos grandes partidos. En muchos no influye la lógica política si no el componente personal -caso de Morelábor donde gracias a Belinda y Celedonio, altos dirigentes socialistas y populares se han visto embarrados en los tribunales. No influye tampoco el dinero en pueblos que ser político cuesta dinero y hay ediles sin sueldo y sin otro trabajo. En Purullena el PA le arrebató la alcaldía al PP con ayuda del PSOE. En Gor, una alcaldía popular de 27 años se perdió por un tránsfuga que no le dio ni beneficio al PSOE -tres concejales apoyaban a uno del PP y le daban la alcaldía-. Son intereses y relaciones personales los que determinaron, por ejémplo, que en Válor el PSOE desplazara al PP con ayuda de un independiente que venía de una rama popular. En Castilléjar, la moción seguramente se hubiera quitado de la mesa si el alcalde hubiera cedido el puesto a un compañero de partido.
Otras veces, la obligación manda y los primeros ediles se han relevado por convertirse en fichajes de la Junta o de la Diputación -caso de Peligros, La Zubia, Las Gabias y Villanueva de Mesía. Motivos de salud, como en Dólar o una condena a inhabilitación como sucedió en Atarfe tras la marcha de Víctor Sánchez (PSOE) también se tienen que añadir a la lista. Por lo general, asumir una alcaldía a un año de las elecciones no es estrategia ni directriz de los partidos mayoritarios ya que poco dinero queda para poder hacer nada. Sin embargo, habrá escenarios proclives, donde la relación entre socios de gobierno no anda muy bien. Caso de Huétor Vega.
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