Comienza el Año de la Vida Consagrada en la Diócesis de Guadix
El domingo 30 de noviembre comienza el Año de la Vida Consagrada en la Diócesis de Guadix y lo hace con una Eucaristía en la catedral accitana. Estará presidida por el Obispo, Mons. Ginés García, y asistirán buena parte de los religiosos y religiosas que desempeñan su misión en las parroquias e instituciones de la diócesis. La Misa será a las 12, 30 horas.
Aunque la apertura oficial es el domingo 30 de noviembre, los actos programados para este Año de la Vida Consagrada comenzaron el sábado día 29. Por la mañana hubo un retiro conjunto entre sacerdotes y vida consagrada. Asistieron casi todos los sacerdotes y la mayoría de las religiosas que hay en la diócesis. Dirigió el retiro, que se prolongó durante toda la mañana, el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García. Durante una hora el Obispo habló del compromiso vocacional y de las exigencias que comporta, al tiempo que invitaba a revisar las actitudes a la hora de vivir la propia vocación, tanto a la vida consagrada como al sacerdocio. Hubo un tiempo prolongado de oración y se terminó con la celebración de la Eucaristía. Después, las religiosas y los sacerdotes compartieron el almuerzo en fraternidad.
En la tarde del sábado 29 de noviembre también hubo dos vigilias de oración para pedir por el Año de la Vida Consagrada. Las dos se celebraron a las 6 de la tarde. Una tuvo lugar en Baza, en el convento de las Dominicas y congregó a las religiosas y los fieles de la zona norte de la diócesis. La otra tuvo lugar en Guadix, en la parroquia de Santiago, donde están las madres Clarisas. En ambas, la apertura del Año de la Vida Consagrada y el comienzo del Adviento ocuparon los momentos de oración.
El Año de la Vida Consagrada ha sido convocado por el Papa Francisco con una triple finalidad: celebrar los 50 años del Concilio Vaticano II y de la publicación del decreto conciliar Perfectae Caritatis, sobre la renovación de la vida consagrada; afrontar el futuro de la vida religiosa con esperanza; y revitalizar la vocación de entrega y de servicio de todos los consagrados. En todo el mundo se van a suceder multitud de encuentros, congresos y celebraciones en este año de gracia que se presenta por delante. También en la Diócesis de Guadix serán muchas las celebraciones que se programen y los momentos en los que los consagrados ocupen un lugar destacado en la oración y la reflexión de la iglesia accitana.
El eslogan bajo el que se ha convocado este Año de la Vida Consagrada es “La vida consagrada, un regalo de Dios para el mundo”. Esta celebración, a buen seguro, va a servir para tomar conciencia de la gran labor que realiza la vida consagrada en la Iglesia y en el mundo y, sobre todo, para pedir al Señor que aumente el número de estas vocaciones.
Antonio Gómez