El encierro de toros es una costumbre taurina muy antigua y tradicional en las fiestas de numerosos pueblos y ciudades de España, incluso Latinoamérica, que consiste en que los mozos corren delante de la manada de toros, novillos o vaquillas,-que después se van a torear en la plaza-, acompañada de los cabestros que la dirigen.
En España son famosos los encierros de Pamplona con motivo de las fiestas patronales de S. Fermín, la entrada de toros y caballos de Segorbe (Castellón), los encierros de Cuéllar (Segovia), considerados los más antiguos de España, pues está documentada su existencia desde el año 1215, más modernos los de S. Sebastián de los Reyes (Madrid), conocidos como la “Pamplona chica”, los encierros camperos de Medina del Campo (Valladolid) con motivo de las fiestas de su patrón S. Antolín, que se remontan a 1490. Son muy famosos también en el mundo taurino los encierros del “Carnaval del toro” que se celebran cada año en Ciudad Rodrigo (Salamanca) y cuya existencia data de 1417.
En la zona de Guadix y su jurisdicción son conocidos los encierros de toros de Gor,-en las fiestas de su patrón S. Cayetano-, que según los historiadores locales se remontan al s. XVI. Renombrados lo son también los de Jérez del Marquesado, con motivo de la celebración de las fiestas de su patrona la Virgen de “La Tizná”, los de Lanteira, Dólar, Alquife, Darro, La Peza, y otros pueblos más.
En el valle del río Alhama, en el parque natural de la vertiente norte de Sierra Nevada, se asienta el pueblecito de Beas de Guadix. La toponimia de su nombre tendría que ver con la palabra latina “via”. Este lugar servía a los romanos para su aprovisionamiento y estaba situado justo en el cruce del camino o “vía” que desde Granada hacia Guadix pasaba por La Peza. Durante la dominación árabe Beas mantuvo cierto protagonismo debido a su situación geográfica estratégica y también como lugar de prisión para los soldados cristianos que eran capturados en las frecuentes escaramuzas que sufrió la zona, hasta el punto de que llegó a ser conocida como Beas de los Cautivos. Más tarde, a lo largo del siglo XVI, dominaron estas tierras los Guajiríes y estuvo en ella Omeya, pariente del morisco Abén Humeya que lideró la rebelión de la Alpujarra.
En mi labor de catalogación de documentos del Archivo Histórico Diocesano de Guadix en la sección de “Demandas” he encontrado un escrito de sólo dos folios fechado en Guadix a 11 días del mes de Agosto de 1587 en el que el Fiscal eclesiástico de la diócesis de Guadix, D. Diego Méndez Saavedra, presentó ante el Ldo. Sebastián Ramírez de Figueroa, Canónigo de la catedral y Provisor del obispado “una querella contra los alcaldes y regidores del lugar de Beas, de esta diócesis, de los cuales denuncio y digo que estando prohibido por “motu propio” de Su Santidad el correr toros recibido y aprobado en estos reinos de España en cuanto al no correrlos en domingos y días festivales y así siendo usado y guardado como es notorio y por tal lo alego, los suso dichos contraviniendo el dicho “motu propio” en desprecio de las censuras y las demás penas impuestas a los transgresores de él y en desacato grande de v. m., ayer lunes que se contaron diez días de este presente, siendo día de fiesta solemne y de guardar y en que la Sta. Madre Iglesia celebró la fiesta del glorioso mártir San Lorenzo, por su propia autoridad de hecho y contra derecho encerraron bravos toros y los mandaron correr y corrieron en la plaza pública del dicho lugar en que cometieron gravísimo delito, pido y suplico a v. m. de ellos y de cada uno de ellos y habida sumaria información les mande recibir sus confesiones y que se me dé copia para que yo los acuse en forma y pido justicia y en lo necesario, etc y juro “in verbo sacerdotis” no es de malicia y lo pido por testimonio”.
En dicho documento se recoge el testimonio aportado por Andrés de Tudela, cantor y vecino de Guadix,-que se supone estaría cantando la misa en honor de S. Lorenzo como miembro de la capilla de música de la catedral-, y dijo que era verdad que el lunes día de S. Lorenzo mártir, en Beas se celebró la fiesta del Stimo. Sacramento y en la plaza en coso público y barreras puestas se corrieron toros. Otro testigo, Gaspar de Peñaranda, también cantor y vecino de Guadix, declaró ser cierto que el día anterior estando en Beas vio que en la plaza pública se corrieron toros sin [¿] y había barreras puestas que es que estaban las calles “ataseadas” (atajadas, cortadas) porque no se fuesen los toros.
Desconozco si es conocido por los vecinos de Beas de Guadix que en su pueblo ya a finales del s. XVI había encierro de toros con su correspondiente corrida en la plaza dentro de las fiestas de su patrón S. Lorenzo, pero de todas formas este escrito aporta datos fehacientes de su veracidad que pueden incluir en la historia de Beas de Guadix.
Autor: José Rivera Tubilla
Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Guadix