Carta del administrador diocesano, José Francisco Serrano, a la diócesis de Guadix
Queridos diocesanos, con el traslado de D. Ginés a la sede de Getafe, nuestra diócesis ha entrado en periodo de sede vacante.
Y ayer, 27 de febrero de 2018, el Colegio de Consultores ha tenido a bien, elegirme para estar al frente de esta porción del pueblo de Dios que peregrina en la zona norte de la provincia de Granada. Hecho que le agradezco por la confianza que han depositado en mi persona para tan delicado ministerio. Bien sabe Dios que asumo este oficio confiando en la Gracia, en la colaboración inmediata del Colegio de Consultores y de todos y cada uno de los compañeros sacerdotes.
Con estas letras quiero saludar a los sacerdotes, a los consagrados y laicos de nuestra diócesis. Intentaré trabajar para que el anuncio de la Buena Noticia siga impregnando nuestra Iglesia.
Mi presentación se hace extensiva a las autoridades y a la sociedad civil. Tenemos intereses comunes y por tanto nuestra acción ha de ser luchar por el bien común. Todo lo referente al bien de la persona tiene nuestro interés y trabajaremos por ello.
No podemos olvidar el camino que hemos recorrido con Mons. Ginés García Beltrán. Ha guiado con generosidad apostólica nuestra Diócesis durante los últimos ocho años y nos ha puesto en oración para escuchar qué le pide el Espíritu Santo a la Iglesia diocesana.
En el último plan de evangelización estamos trabajando para ser Testigos misioneros del evangelio. Nuestra tarea irá en la línea del plan proyectado este curso, con atención especial en la familia, juventud y las vocaciones.
En sede vacante existe un principio: «nihil innovetur», nada se ha de innovar, pero lejos de cruzarnos de brazos nos tiene que llevar a trabajar desde la normalidad durante este tiempo.
Os invito a pedir al Señor en cada Eucaristía y en el rezo de la Liturgia de las Horas que nos envíe pronto un Pastor que nos sepa guiar en la caridad y en la verdad, de modo que nuestra Iglesia diocesana siga siendo evangelio vivo en medio del mundo.
Por intercesión de la Virgen María, de San Torcuato, fundador de nuestra Iglesia y de nuestros Santos y Beatos, pido que me ayuden a realizar este servicio que la Iglesia me solicita con generosidad y entrega.
Con afecto
José Francisco Serrano Granados
Administrador Diocesano