La madrugada del Jueves Santo comienza con la procesión del Silencio. La oscuridad de la noche, queda iluminada por la luna llena y las luces del santísimo Cristo de la luz, que acaba de expirar su último aliento de vida.
¡¡ Cristo ha muerto !! y las escrituras se han cumplido, el hijo del hombre ha dado su vida por nosotros, en una muerte de cruz.