Éfeso y la Casa de la Virgen marcaron el segundo día de la peregrinación de la Diócesis de Guadix a Turquía
Éfeso ha sido la ciudad encargada de dar la bienvenida a los peregrinos de la Diócesis de Guadix, que han viajado hasta Turquía para recorrer la ruta de San Pablo. Son una treintena de peregrinos, que proceden de Baza, Jérez del Marquesado, Bácor, Guadix, Jaén y Almería. Al frente del grupo va el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, que acompaña esta peregrinación, como hizo hace dos años en la que se organizó a Tierra Santa.
El grupo salió de Guadix el domingo 5 de julio, un día que se fue prácticamente en los desplazamientos. Primero Málaga, luego el aeropuerto de Estambul, después el de Esmirna y, finalmente, kusadasi -en las cercanías de Éfeso-, fueron los lugares por los que pasaron los peregrinos. Pero el lunes 6 de julio, por fin, fue un día intenso, rico en visitas y en experiencias vividas en esas tierras turcas.
La primera visita del día fue a la ciudad de Éfeso, con sus calles, su anfiteatro, su biblioteca,… Pasearon por las mismas calles por las que transitó San Pablo y en las que predicó. Seguro que les resultaron emocionante las ruinas de esta ciudad, que harán que piensen ellas cada vez que escuchen o lean un texto de la Carta a los Efesios.
Otra visita importante de ese día fue la Tumba del Evangelista San Juan, tan sencilla y, al mismo tiempo, tan significativa. Y, por supuesto, la visita a la Casa de la Virgen María, donde, según la tradición, el evangelista acogió a la Virgen. Allí pudieron celebrar la Eucaristía, que presidió Mons. Ginés García y concelebraron los sacerdotes que van en el grupo. Ya por la tarde, iniciaron la marcha hacia el interior de Turquía, camino de Capadocia.
Esta es la segunda gran peregrinación que organiza la Diócesis de Guadix en los últimos años. Primero fue Tierra Santa y ahora las tierras en las que predicó el apóstol Pablo. Comenzó el domingo 5 de julio y se va a prolongar hasta el domingo día 12 del mismo mes. Los peregrinos que están realizando este viaje partieron con el deseo de vivir unos días ricos en experiencias culturales y, sobre todo, de fe. Y a buen seguro, así lo está siendo.
Antonio Gómez