¿Cuánto pagan por ir a la tele?

Estudiantes, parados y amas de casa llenan las sillas del público en los programas. Cobran entre 10 y 30 euros por ‘jornada de trabajo’, bocadillo aparte
03.10.10 – 03:23 – IRENE PEREZAGUA |

Unos se lo toman como un mero pasatiempo, otros como una forma de acercarse a sus ídolos y la mayoría como un trabajo. Ir de público a los programas es una manera relativamente fácil de sacarse un sobresueldo. Y sobran voluntarios. Parados, estudiantes y amas de casa pueblan las sillas de los realities, los magacines y los concursos.
Aplauden, intervienen o hacen bulto. Y cobran por ello entre 10 y 30 euros. Una cifra que, según explican los responsables de las cadenas, está pensada para cubrir la manutención, el transporte y aquellas necesidades de los figurantes durante las tres o cuatro horas que puede llegar a durar un programa. «No da para vivir. Sólo lo contemplo como algo temporal hasta que encuentre un trabajo decente», explica Rubén, uno de los habituales de los platós. Pese a tener terminada la carrera de Publicidad, se ha visto obligado a recurrir a este tipo de ‘trabajos salvavidas’. Va a los programas que puede porque cada uno tiene su público. Entre los perfiles más demandados por las cadenas, el sector de entre 20 y 45 años, aunque en ocasiones se puede hacer «alguna excepción» con gente que supera esa horquilla de edad. Todo con tal de que se llene el plató.
Existen diferentes caminos para presenciar en vivo un espectáculo televisivo. El más frecuente es apuntándose a alguna de las agencias especializadas en ‘reclutar’ público. Estas empresas estipulan, junto a la productora del programa, la cantidad a pagar a los figurantes.
Lista de espera con Buenafuente
No hay muchas agencias. Y el grueso del negocio se lo reparten básicamente entre tres o cuatro. Destacan sobre las demás las veteranas Maker Actions TV -que lleva muchos de los programas de Telecinco- y Penélope, que aunque también lleva figuración de series, se encarga de reunir a público para espacios como ‘Pasapalabra’ o ‘El diario’. «No se necesita nada especial, sólo aplaudir cuando hay que hacerlo o ser más espontáneo en las reacciones cuando se requiera», explican los responsables de Penélope.
¿Cómo formar parte de sus listas? Tan sólo hay que acudir a sus oficinas, rellenar una ficha y llevar una foto actualizada para ingresar en las bases de datos. Llamarán cuando les interese, aunque es conveniente estar alerta e insistir en el caso de aquellos que tienen la figuración como un trabajo habitual.
El lunes es el día dedicado a completar el aforo de los programas de la semana siguiente. Antes hacían falta más días. «Hace cinco años no había problemas de espera para apuntarte, pero ahora no hay manera. Llenan los autobuses en una mañana. De decir ‘quiero ir a este programa y a este otro’ se ha pasado a decir: ‘¿qué os queda?’», apunta Elena, una veinteañera que a diferencia de muchos de sus compañeros asiste a los platós por puro placer. «Me gusta todo lo que tiene que ver con la televisión. Es muy curioso lo que se cuece allí. En ciertos casos hasta pagaría por ir», admite.
No es la única. Porque hay quien se pegaría por ir a escuchar en vivo los monólogos de Buenafuente o por a asistir a las parodias de Ángel Martín y Patricia Conde en ‘Sé lo que hicisteis’ (La Sexta). Si el objetivo es disfrutar de su programa favorito, sin motivación económica alguna, el interesado puede entrar en contacto directamente con la productora del espacio en cuestión. «La gente quiere ir sobre todo a los directos cortos. Se entretienen más, les dan un bocata y se van a su casa contentos», apuntan desde las agencias. Se refieren a espacios tipo ‘shows’ como ‘El hormiguero’ o ‘BNF’, que ya tienen el aforo completo de sus butacas para lo que resta de temporada.
En ‘Espejo público’ pagan más
Entre la gente que acude por dinero el favorito es el magacín matinal ‘Espejo público’, que conduce Susanna Griso en Antena 3. Allí no se cobra mal. A razón de 28 euros por cabeza y además le dan de desayunar (un bollito y un café) y de comer (un bocadillo). Y esto es una excepción dentro del panorama televisivo, ya que la mayoría de los programas no pasan del tope de los 10 euros por hacer el mismo trabajo. Entre estos últimos, ‘El programa de Ana Rosa’, en Telecinco, en competencia directa con el espacio de Antena 3.
Claro que tampoco los requisitos de las cadenas son los mismos en uno y otro caso. «Antena 3 cuida más la selección de su público, mientras que en Telecinco vale casi todo», añade una captadora de público que no está adscrita a ninguna agencia. Negocia por libre con las cadenas de televisión. Esta figura era más o menos habitual en el negocio, aunque ahora con la crisis no tienen mucho que hacer. «Cada vez prima más la legalidad y hay ya pocas cadenas que se arriesgan a contratar un servicio sin ciertas garantías. Nosotros tenemos un seguro de responsabilidad civil, por ejemplo, algo de lo que carecen los que montan el chiringuito en su casa», sentencian desde la agencia Maker Actions TV.

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