La Fiestas de SAN BLAS y procesión en el GUADIX de 1908 | HISTORIA DE GUADIX Y COMARCA por José Rivera Tubilla
Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste en Armenia y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal.
Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV. Según la tradición, S. Blas era conocido por su don de curación milagrosa tanto de personas como de animales.
Salvó la vida de un niño que se ahogaba al clavársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero y de ser patrono de los enfermos de garganta y de los otorrinolaringólogos.
La tradición de la procesión con la imagen de S. Blas por el barrio de S. Miguel, con la concurrencia de los niños, desde tierna edad, para que los libre el santo de que enfermen de la garganta, es muy antigua en Guadix. En el archivo diocesano hay un documento de 1590 referido a una petición de José del Olmo, pintor, vecino de Guadix, para que la cofradía de S. Blas y Sta. Lucía, con sede en la iglesia de S. Miguel, no le encargue la hechura de una imagen de bulto de S. Blas a Lorenzo de Medina, vecino de Granada, porque él la podía hacer por menos precio.
Cuando en 1593 se trajeron las reliquias de S. Torcuato desde el monasterio de Celanova (Orense) hasta la ermita de S. Lázaro de Guadix, donde se velaron hasta el día siguiente en que en procesión se trasladaron hasta la catedral, las cofradías estaban colocadas por orden de antigüedad siendo la de S. Blas y Santa Lucía la que iba en cuarto lugar después de las de las Ánimas, S. Antón y Las Cinco Llagas.
Hoy traigo a colación la crónica aparecida en el semanario “EL ACCITANO” sobre cómo se celebraba en nuestra ciudad, en 1908, hace 115 años, la fiesta de S. Blas con su procesión.
“También en San Miguel se festejó el santo predilecto de los niños, San Blas, abogado de los males de la garganta. Durante la mañana hubo función de iglesia siendo oficiante don Manuel Pezán, cura ecónomo de la parroquia y en la tarde salieron procesionalmente Nuestra Señora, San Blas y Santa Lucía, querida también de la infancia y a cuya santa encomiendan su vista.
La tarde fue cruda, mas, no obstante, esta inclemencia, al acto religioso asistieron muchos niños de ambos sexos llevando velas, ofrenda que hacían a los santos nombrados, bien por favores recibidos, bien para que fueran sus intercesores para con Dios al efecto de que los librara de temidos males.
A pesar de no haber recorrido la procesión más que las calles de Granada y Real de Granada, yendo a la iglesia de la Magdalena, invirtió en tan relativamente corto trayecto más de dos horas. Y no hay que decir que hubo mucha gente en balcones, ventanas y vía. En diciendo procesión, cuantos pueden van a ella, que es una de las distracciones predilectas del público accitano.
EL ACCITANO. AÑO XVIII, nº 792 de 9-2-1908