Custodio Tejada presenta en el patio del Ayuntamiento su último poemario «Recuerdos y coordenadas» [Vídeo]

El patio del Ayuntamiento de Guadix se ha convertido en los últimos tiempos en un punto de encuentro para la cultura gracia a actos diversos, como la presentación de libros de autores ligados a Guadix de una forma u otra.

En la tarde de ayer era Custodio Tejada (de Purullena) el que presentaba su último poemario «Recuerdos y coordenadas». El alcalde de Guadix, José Antonio González Alcalá, acompañó al autor en este acto en el que también estuvieron presentes Carmen Hernández Montalbán, escritora y directora de Oruga Azul, y Lola Martín, responsable de la editorial que publica el libro.

El alcalde accitano aprovechó la ocasión para destacar la faceta creativa de este autor que ha publicado hasta el momento varios libros de poesía: Rosas de luz y sombra (2002), Urna de cristal (2006), El hábitat que pisamos (2008) y Cigüeña de nieve (2012). Custodio Tejada colabora además con revistas literarias y medios de prensa, y ha aparecido en diversas antologías poéticas, digitales o en papel.

«Sin duda es un placer poder celebrar en este Ayuntamiento este tipo de actos. Con ellos se pone de manifiesto el gran potencial que humano y artístico que tenemos en Guadix y en la comarca. Y, sobre todo, nos permite descubrir no sólo una nueva obra poética, sino también el proceso creativo que ha seguido el autor», asegura González Alcalá.

GABINETE DE PRENSA. AYUNTAMIENTO DE GUADIX.
30 de mayo de 2014

Custodio Tejada presenta en Guadix su libro «Recuerdos y coordenadas»
Son un total de 86 páginas y la sinopsis del libro es la siguiente: «Con un gorro elegante de periódico en la cabeza,

al clásico estilo de un capitán de cine en blanco y negro, soplo barquitos de papel en la bañera o aviones en el aire que se estrellan contra el suelo. Dentro de cada uno va escrito, ya sea con pies de agua o con ojos de viento, un mensaje dirigido a los dioses domésticos y a los duendes traviesos que (sin decirlo) cambiaban las cosas de sitio. En una tarde ociosa de juegos y bromas un niño espera el vuelo de las nubes como si fuera el suceso más importante de la historia. Aquellos juegos de niños incansables (metidos en una botella de cristal.

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