HOMILÍA EN LA MISA PONTIFICAL DE LA SOLEMNIDAD DE SAN TORCUATO, OBISPO Y MÁRTIR PATRONO DE LA DIÓCESIS

Homilia-San-Torcuato

Excmo. Cabildo de la S.A.I. Catedral;
Hermanos sacerdotes;
Diácono y seminaristas.
Miembros de los institutos de vida consagrada;
Hermandad de San Torcuato;
Sr. Alcalde y miembros de la Excma. Corporación municipal;
Dignas autoridades.
Queridos hermanos y hermanas en el Señor.

La fiesta de San Torcuato, fundador y patrón de la diócesis de Guadix, nos invita un año más a volver a los orígenes de nuestra fe, que hunde sus raíces en la misma época apostólica. Si cada 15 de mayo es para nosotros una fiesta de la fe, este año con una nota muy especial al celebrar el Año de la fe. Esta fiesta ha de ser, por tanto, una nueva oportunidad para hacernos conscientes del don que supone la fe que recibimos del testimonio apostólico, y un momento para renovarla en el gozo de los que han experimentado el amor de un Dios que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (cf 1Tim 2,4-5). Como hemos rezado en la oración propia de esta solemnidad, le pedimos al Señor “ser dóciles a la fe recibida y fuertes para confesarla ante los hombres”

Celebrar la fe es, por una parte, expresar el agradecimiento del corazón por tanto bien recibido, es hacer memoria agradecida de las maravillas que Dios ha obrado en nosotros y en nuestro pueblo a lo largo de la historia; pero, al mismo tiempo, es una invitación a mirar al futuro con ojos de fe, a confiar en Dios que sigue guiando nuestros pasos en medio de una existencia donde conviven las alegrías y las esperanzas con las fatigas y los sufrimientos. La fe no es un objeto de museo, ni cuestión de añoranza de otro tiempo pasado que fue mejor; al contrario, la fe es aventura, la fe es pasión; la fe es entrega confiada, porque la fe es vida. Para ser creyente hay que atreverse. No se cree desde la comodidad o la seguridad; se cree desde el desprendimiento, la humildad y la pobreza. Cree el que no tiene miedo a lo nuevo, el que no quiere conservar por conservar; cree el que se introduce en el misterio de la misma condición humana porque está seguro que todo tiene un por qué, una razón, un sentido; cree el que deja hablar al interior, el que es capaz de escuchar, el que no entiende la vida como lucha sino como encuentro; cree el que sabe, o al menos presiente, que hay alguien que lo conoce, que lo escucha, que lo sostiene, que lo ama. Los cristianos no creemos en algo, creemos en alguien. En este sentido, no deja de ser curioso, que en las épocas de mayor increencia se extiende con más fuerza el culto a los diosecillos, a los ídolos que no pueden salvar, y es que el hombre, siempre, aunque no lo sepa, tiene sed del Dios vivo. Así lo han experimentado muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia, sirva como ejemplo la confesión de San Agustín cuando afirma: “¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!, y ver que tú estás dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo más yo no lo estaba contigo. Me retenían lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti no serían. Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed; me tocaste y me abrasé en tu paz”.

La Palabra de Dios que hemos proclamado ilumina esta fiesta que celebramos, como ilumina el misterio mismo de nuestra de fe, al tiempo que nos introduce en la paradoja que supone la vida en Cristo. En el texto evangélico hemos escuchado: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto”. Son palabras difíciles de entender en una cultura como la nuestra, pero también lo fueron en la época de Torcuato y sus compañeros, en el primer siglo de nuestra era. Para dar vida hay que morir, para dar fruto hay que sufrir. ¿Puede entender esto el hombres de hoy?, ¿es el sufrimiento y la muerte una condición indispensable para lograr mis aspiraciones?, ¿acaso no hay que desterrar la debilidad, el sufrimiento y la muerte para ser feliz? ¿Por qué nos cuesta aceptar la realidad del sufrimiento? Sencillamente, porque estamos solos, porque sentimos la soledad que produce la ausencia del amor. Cuando un hombre experimenta el amor no está solo aunque sufra. Puede parecer duro pero es así: el hombre moderno vive muy solo; en medio de las multitudes está solo. Está solo porque al egoísmo lo ha llamado amor, porque se busca a sí mismo y su bienestar, en vez de buscar a los otros. El hombre moderno desconoce que el amor verdadero es entrega sufriente, dar vida para tener vida. El creyente sabe que no está solo, que Dios vive en él, que juntos hacen el camino de la vida, por eso, incluso, la soledad, es una soledad habitada. En el sufrimiento está Dios, en la desdicha está Dios, por eso somos capaces de seguir adelante, de mirar al futuro con esperanza. Hemos conocido el amor y hemos creído en él, por eso estamos firmemente persuadidos que nada ni nadie podrá apartarnos del amor de Dios que se ha manifestado en Cristo muerto y resucitado.

Pero ahora volvamos a la página evangélica que hemos escuchado, con el propósito de entenderla en su contexto. Jesús pronuncia estas palabras un día después de su entrada triunfal en Jerusalén, poco antes de la Pascua en la que va a entregar su vida para la salvación de los hombres. Unos griegos que habían venido a Jerusalén para la Pascua quieren ver a Jesús. Son hombres que buscan, como tantos a lo largo de la historia. Ante la interpelación de los discípulos, Jesús, olvidando la petición más inmediata –quieren verlo-, les habla de su glorificación –“ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre”-. No es momento para quedarse en la anécdota, sino que hay que ir a lo esencial, parece decirles. No se trata de pararse en la fama que ha crecido del predicador galileo, sino que hay que llegar a lo profundo de su misión que se va a consumar en la cruz, como camino de la glorificación de Hijo. Al mismo tiempo, Jesús muestra en estas palabras su humanidad, la angustia propia de un hombre ante la hora del sufrimiento que se avecina. Semejante a nosotros, solidario con cada uno de nosotros y con nuestros sufrimientos, pero apoyado en Dios. Es camino difícil pero es el camino de la salvación.

Caer en la tierra del mundo, enterrase en el surco de la humanidad para dar vida; negarse a sí mismo para ser fecundo y abrir el horizonte de la vida eterna. El camino de la cruz es necesario para que nazca el hombre nuevo redimido en Cristo. Jesús ha de pasar por la muerte para que su vida no sea sólo un bello poema sino que dé fruto en bien de la humanidad. Así también los seguidores de Cristo. El Evangelio es testimonio pero también enseñanza acerca del camino que hemos de hacer los discípulos del Señor.

El testimonio de los santos nos muestra la verdad del Evangelio y la posibilidad que todos tenemos de realizarlo en nuestra vida, con la gracia de Dios. San Torcuato es, una vez más, ejemplo y estímulo para seguir en el empeño de vivir el Evangelio en la existencia concreta, en lo cotidiano, en la concreta situación social e histórica en la que nos ha tocado vivir. Las palabras de San Pablo en su segunda carta a los tesalonicenses, que acabamos de escuchar, nos recuerdan que el anuncio del Evangelio –la evangelización- nunca ha sido tarea fácil, “Tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición”. Predicar el Evangelio siempre conlleva un riesgo, pero es mayor el deseo de que los hombres conozcan al Señor y lo amen, que las dificultades que puedan venir de este anuncio. La vida no vale nada cuando se vive para sí y no para los demás. Nos lo muestra la historia: el mayor desprecio a la vida humana viene siempre unido al olvido de nuestros ser criaturas, al olvido de Dios. También lo hemos escuchado en la carta de San Pablo: “Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor”. Así es, la evangelización es un acto de amor; no se evangeliza sino amando a aquellos a los que se les lleva el Evangelio, haciendo de este servicio una entrega de la propia persona.

Las palabras del Evangelio nos han de interpelar a cada uno como creyentes, así como han de interpelarnos como Iglesia del Señor que camina en Guadix, en comunión con la Sede de Pedro y con las demás iglesias diseminadas por el mundo entero. Esta palabra del Señor ha sido pronunciada en este momento de la historia, de nuestra historia particular. ¿Qué nos dice el Señor a los cristianos de hoy, a los que formamos la diócesis de Guadix? ¿Cómo leerla en medio de la realidad social que estamos viviendo? Sea dicho desde el principio, que sólo desde una actitud orante, abiertos a lo que el Espíritu quiere decir a la Iglesia, descubriremos la verdad de una palabra que es presencia, y lo que ésta nos quiere decir para ser testigos del Señor en el mundo.

Vivimos una situación histórica delicada. La Iglesia, solidaria con la vida de los hombres, no puede ser ni es ajena a esta situación. Nuestra mirada a los hombres y al mundo ha de ser una mirada desde Dios. Mirar al mundo como Dios lo mira, querer a los hombres como Dios los quiere. Por eso, detrás de los análisis y diagnósticos acerca de las causas de la situación que hemos llamado de crisis, por encima de las soluciones que entre todos hemos de buscar y procurar, está el hombre concreto. No son tan importantes las causas como los hombres que sufren las consecuencias de una sociedad que ha vivido de excesos y ha olvidado el valor de la humanidad. Lo más grave de esta situación son los rostros multiplicados y diversificados de la pobreza, cada hombre y cada mujer, cada familia que pasa por momentos de grave dificultad, donde se les priva de lo esencial para vivir con la dignidad que le es propia. Las consecuencias económicas y sociales de esta situación son sólo eso, consecuencias; Sin embargo, a la base de esta situación, hay unas claras raíces espirituales y morales. La crisis actual es una cuestión antropológica. Lo afirma el Papa Benedicto XVI en la Caritas in Veritate: “porque la cuestión social se ha convertido en una cuestión antropológica”. Lo que está en juego en esta situación es la imagen del hombre mismo. Se ha extendido una imagen del hombre basado en sí mismo y en sus posibilidades; dueño único de su existencia y autónomo ante cualquier instancia exterior. Es un hombre que se hace a sí mismo y al que pertenece cualquier decisión sobre su vida. Su juicio es última instancia de discernimiento; todo es relativo porque depende de la pura subjetividad. Es un hombre que vive en la pura inmanencia, en un presente que lo ciega y donde la materia lo es todo. El hombre contemporáneo es dios de sí mismo. Sin embargo, en su falsa pretensión, está también su pobreza; su divinidad le hace mascar los fracasos y lo efímero de la existencia con una fuerza especial. La inmanencia es arena que impide que el edificio humano tenga consistencia, “La censura de la dimensión trascendente del ser humano, tan a menudo impuesta por la cultura dominante, conduce a verdaderos dramas personales, especialmente entre los jóvenes. La fe, por el contrario, libera el juicio de la razón y de la conciencia para distinguir rectamente el bien del mal y para arrostrar el sacrificio que comporta el compromiso con el bien y la justicia y, por eso mismo, otorga a la vida el aliento y la fortaleza necesarios para superar los momentos difíciles y para contribuir desinteresadamente al bien común”.

Pero no quiero pasar por alto, lo que creo supone un peligro que nos amenaza a todos, un peligro del que hay que hablar en voz alta, y hasta denunciar. Me refiero, por una parte, a la falta de fe que se está instalando en el corazón de buena parte de la sociedad, y no hablo sólo de la fe sobrenatural –la fe en Dios-, sino de sentimiento, cada día creciente, que todo está mal y todos son malos. Al final nadie cree en nadie, nadie se fía de nadie. Las consecuencias de esta actitud pueden ser graves a la hora de construir un futuro en paz y un mundo habitable para todos. Hemos de reconocer que existe el mal, pero que el bien es siempre mayor, aunque no haga ruido; en cualquier ámbito de la sociedad puede haber personas que actúen mal, pero la mayoría actúan bien. Existe la honestidad y hombres y mujeres que trabajan en servicio a los demás. Por otra parte, es preocupante la posición de algunos radicales que promueven la insumisión al estado de derecho, y hasta lo defienden con llamadas a la violencia. Estas posturas poco coherentes se convierten en un espiral que se puede hacer difícil de controlar.

Frente a esto es necesario el diálogo, con el diálogo no se pierde nada. No podemos permitirnos el lujo de caminar en solitario, las ideas no pueden ser arma arrojadiza contra el otro, hemos de dejar de actuar como contrarios para construir juntos, en el respeto a la justa diversidad. En esta situación todos somos necesarios.

La Iglesia, en medio de esta situación, sigue anunciando la caridad, que es el amor de Dios a los hombres, amor cercano y concreto, tierno y efectivo:. “La caridad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad”. En definitiva, la caridad es el amor que tiene su origen en Dios. Es verdad que la caridad ha sufrido desviaciones y pérdida de sentido, que se ha presentado como el sustitutivo de la justicia, incluso se le ha revestido con ropajes paternalistas y humillantes. Sin embargo, la caridad verdadera es la única fuerza capaz de transformar al hombre y a la realidad.

La caridad no es sentimentalismo sino entrega gratuita, es amor recibido y ofrecido, no da sino se da. La caridad exige la justicia, y vas más allá; “quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos”. Además no se queda en cada hombre sino que mira al bien común, porque “amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él (..) Es el bien de ese todos nosotros”. Se ama al prójimo cuando se trabaja por el bien común. “Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis. Esta es la vía institucional – también política podríamos decir- de la caridad”. Es lo que se conoce como “caridad política”, tan importante y necesaria como la caridad al prójimo, fuera de la mediaciones institucionales de la sociedad.

Quiero terminar con unas palabras recientes de los obispos españoles: “Al invitar a la fe, invitamos a descubrir la verdad sobre el hombre y al coraje para acogerla y afrontarla; invitamos, en definitiva a la conversión, es decir, a apartarse de los ídolos de la ambición egoísta y de la codicia que corrompen la vida de las personas y de los pueblos, y a acercarse a la libertad espiritual que permite querer el bien y la justicia, aun a costa de su aparente inutilidad material inmediata. No será posible salir bien y duraderamente de la crisis sin hombres rectos, si no nos convertimos de corazón a Dios”.

+ Ginés García Beltrán
Obispo de Guadix

Gran participación en las diferentes actividades programadas con motivo de la festividad de San Torcuato

Guadix se ha volcado en las diferentes actividades propuestas para celebrar la festividad de su patrón, San Torcuato. Así, tanto los actos de la víspera de San Torcuato llevados a cabo en la Catedral como la velada flamenca del martes congregaron a numeroso público. Igual sucedió durante la jornada de ayer, en la que además … Leer más

Guadix celebró, un año más, a su Patrón San Torcuato

San torcuato 15 de Mayo


Un año más, los accitanos cumplieron con la tradición de honrar a su Patrón San Torcuato. Y lo hicieron con la celebración de una Misa Pontifical en la catedral y una procesión por las calles de la ciudad, con la imagen y el brazo de San Torcuato.

Las celebraciones comenzaron en el Ayuntamiento de la ciudad, desde donde se inició una procesión cívica con las autoridades hasta el templo catedralicio. Una vez en la catedral, dio comienzo al celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, y concelebrada por el Cabildo y por los sacerdotes de la ciudad.

Durante la homilía, Mons. Ginés García recordó que estamos en el Año de la Fe y habló de la necesidad de vivirla con intensidad y compromiso. También hizo referencias a la dramática situación económica por la que pasan tantas familias en el tiempo presente y pidió a los representantes políticos que aunaran esfuerzos para trabajar juntos por la ciudad y la comarca de Guadix.

Durante la Eucaristía se cantaron las canciones de una nueva Misa recientemente estrenada y que ha sido compuesta por el accitano Jesús Blázquez: la Misa en Do Mayor al Inmigrante. Interpretó la partitura la Coral Acyda, de Guadix, de la que Jesús Blázquez es su director.
Después, de la Eucaristía tuvo lugar la procesión por las calles de la ciudad con la imagen de San Torcuato y la reliquia del brazo, que se conserva en la ciudad accitana.

San Torcuato es el Patrón de la ciudad de Guadix. Pero también es día de fiesta litúrgica en toda la diócesis, porque San Torcuato también es el Patrón de la diócesis de accitana. De hecho, según la tradición, San Torcuato fue el primer Obispo de estas tierras que escucharon el anuncio del Evangelio ya en el siglo I, pocos años después de la muerte de Jesús.

San Torcuato, que llegó al sureste peninsular acompañado por otros seis varones apostólicos, predicó en la antigua Acci y sembró los cimientos de una iglesia local que hoy conocemos como la diócesis de Guadix. Desde San Torcuato, en la sucesión apostólica, han pasado 87 obispos por esta diócesis. Mons. Ginés García, el actual prelado, hace el número 88 en la sucesión en la sede accitana, la primera en el tiempo de las diócesis en España.

Antonio Gómez

Fiestas de San Torcuato, patrón de Guadix – 15 de Mayo

San torcuato 15 de Mayo

Festividad de San Torcuato patrón de Guadix 2022

Cientos de accitanos acompañan a su patrón la mañana del 15 de mayo, después de 3 años sin procesionar por las calles accitanas.

Actuación del Grupo de Baile del Colegio de La Presentación de Guadix con el Fandango de Guadix en la salida de nuestro patrón San Torcuato.

Cultos y actos en honor a San Torcuato, patrón de Guadix del 7 al 15 de Mayo

Programa de festejos en honor a nuestro patrón San Torcuato la semana del 15 de mayo

PROGRAMA FIESTAS SAN TORCUATO 2013

Guadix se prepara para celebrar la festividad de su patrón, San Torcuato, con actividades para todos los gustos y edadesEl alcalde de Guadix, José Antonio González Alcalá, y la concejala de Fiestas, Encarnación Molero, han presentado junto a otros concejales del Equipo de Gobierno el programa diseñado desde el consistorio accitano con la colaboración de diferentes áreas municipales para celebrar durante los próximos días la festividad del patrón accitano, San Torcuato. Se trata, según han explicado, de un programa adaptado a la situación actual en el que se ha pensado en colectivos de todas las edades.

Así, además de actividades deportivas, culturales, musicales y un mercado medieval, se ha diseñado un año más un completo cartel del Wadifestival con la actuación de grupos accitanos para el deleita de los más jóvenes.

Como manda la tradición, el sábado previo al día de San Torcuato, el 15 de mayo, tendrá lugar a las cinco y media de la tarde la salida de peregrinos desde el Arco de San Torcuato hacia Face Retama. Una vez allí tendrá lugar la Procesión de Antorchas con la Imagen de San Torcuato y la misa en honor al patrón, en torno a las nueve y media de la noche.

Esa misma tarde, pero a las seis, se celebrará un campeonato de navaja en el Parque Pedro Antonio de Alarcón. Campeonato que continuará el domingo a las once de la mañana. Y ya a las siete de este sábado, una de las citas más esperadas por los jóvenes de Guadix y toda la comarca, en la que existe una destacada actividad musical. Se trata del Wadifestival, en el que este año actuarán APONTOKATION, CERVEZA GRATIX, SUCK 92, THE SOUBAR, ZYLINDER y LAST HOPE. Todo ello en el Parque Pedro Antonio de Alarcón y con acceso gratuito.

La música, pero en este caso la música coral, será protagonista de nuevo el sábado a partir de las nueve de la noche en la Catedral, donde se celebrará el XII Encuentro Corales Ciudad de Guadix con Coral Acyda (que estrenará la Misa en Do Mayor Al Emigrante de Jesús Bláquez Carrasco), Magnum Mysterium de Estepona y Accichorus de Guadix.

Del 14 al 19 de mayo habrá ocasión de disfrutar del mercado medieval que se instalará en el Parque Pedro Antonio de Alarcón. Y en lo que a los actos religiosos se refiere, hay que hablar de las Vísperas de la Festividad de San Torcuato el martes 14 de mayo a las ocho y media de la tarde en la Catedral y del pregón de San Torcuato a las nueve también en la Catedral a cargo de Antonio Herrera Mesa, seguido de un concierto de Coral Acyda. Más tarde, a las diez y media, noche flamenca a cargo del coro “Virgen de la Estrella” en el Palacio de Villalegre y degustación de tortas saladas y habas.

El miércoles 15 de mayo, San Torcuato, tendrá lugar el campeonato de pesca en la Pantaneta de Albuñán, la I Muestra provincial de Centros Ocupacionales Artesanales (de 11 a 15h en los soportales de la Plaza de la Constitución), un pasacalles amenizado por la Banda Municipal de Música (10h, Barrio Latino), la procesión cívica de la corporación municipal desde la Casa Consistorial hasta la Catedral, donde asistirá a la Solemne Misa Pontifical en honor a Nuestro Patrón San Torcuato presidida por el Obispo de la Diócesis, D. Ginés García Beltrán. A las doce del mediodía se celebrará la tradicional procesión.

Ya por la tarde, habrá talleres y juegos infantiles en la Plaza de las Constitución y un concierto con fragmentos de zarzuela a cargo de la Asociación músico-cultural Coro de Dílar (ocho de la tarde, entrada gratuita). Pasado San Torcuato, aún habrá otras actividades: 17, 18 y 19 de mayo, torneo de Pádel “San Torcuato” en el Polideportivo municipal; el sábado 18 de mayo, duatlón de menores en Acyda. Y el domingo 19 de mayo concentración de coches clásicos organizado por el Club “Pasión Clásicos de Guadix”
(10h, recinto ferial).

GABINETE DE PRENSA. AYUNTAMIENTO DE GUADIX.
7 de mayo de 2013.

Programa de fiestas correspondiente al año 2012

El alcalde de Guadix, José Antonio González Alcalá, y la concejala de Fiestas, Encarnación Molero, han presentado esta mañana junto a los concejales de Juventud y Deportes, Patricia Poyatos e Ignacio Garrido, el programa de actividades diseñado para celebrar las fiestas en honor al patrón accitano San Torcuato. Según han detallado, la austeridad que se ha impuesto el Ayuntamiento dada la situación actual no ha sido impedimento para diseñar un programa acorde con la importancia de la fiesta. Muestra de ello la constituyen las actividades programadas entre el viernes 11 de mayo y el mismo día 15 para público de todas las edades y abarcando diferentes gustos y colectivos.

El objetivo del Ayuntamiento ha sido combinar el desarrollo de actividades lúdicas con las religiosas propias de esta fiesta y que tienen entre uno de sus mayores exponentes la peregrinación a Face Retama, aunque no falta una programa especial para los jóvenes con el WadiFestival o una serie de actividades deportivas. Se trata, en palabras del alcalde accitano, “de una programación más económica, pero no de menor calidad, en la que hay que destacar y agradecer el ingenio y las ganas de trabajar de las diferentes concejalías implicadas y de todos los implicados en este programa”.

Las actividades darán comienzo el viernes con un mercado medieval que se instalará en el Parque Municipal Pedro Antonio de Alarcón hasta el domingo en horario de once a dos y de cinco de la tarde a diez de la noche. También el viernes hay prevista una tertulia taurina a las ocho y media de la tarde en el patio del Ayuntamiento que estará seguida por un concierto taurino a cargo de la Banda Municipal de Música de Guadix.

El sábado se realiza a las cinco y media de la tarde desde el Arco de San Torcuatro la tradicional salida de peregrinos hacia Face Retama, donde tendrá lugar a las nueve y media de la noche la Misa y la procesión de antorchas con la imagen de San Torcuato. La tarde del sábado el parque municipal se convertirá además en escenario del WadiFestival, con actuaciones de grupos musicales de Guadix y la comarca.

Ya el domingo habrá una concentración de coches clásicos en la Plaza de la Constitución, los tradicionales campeonatos de navaja y petanca y la ofrenda floral a San Torcuato, así como la final del Torneo de Padel que da comienzo mañana. El lunes a partir de las ocho y media tendrá lugar la víspera de San Torcuato y el pregón en la Catedral, donde habrá además un concierto de órgano a cargo de Francisco Javier Jiménez. Y a las diez y media de la noche dará comienzo una noche de copla que bajo el título “Entre Alcazaba y Mezquita” se desarrollará en el Palacio de Villalegre y que estará seguido de una degustación de tortas saladas y habas.

El martes, día de San Torcuato, habrá un campeonato de pesca en el pantano de Albuñán, un pasacalles amenizado por la Banda Municipal de Música por el Barrio Latino, una procesión cívica con salida desde el Ayuntamiento, la tradicional misa en honor al Patrón en la Catedral, la procesión con la imagen de San Torcuato y la reliquia del Santo Brazo, y ya por la tarde la misa en rito hispano-mozárabe.

GABINETE DE PRENSA. AYUNTAMIENTO DE GUADIX.
9 de mayo de 2012.

El Ayuntamiento de Guadix da a conocer los resultados de los campeonatos de San Torcuato de este fin de semana

Ayuntamiento de Guadix

El área municipal de Deportes del Ayuntamiento de Guadix ha dado a conocer esta mañana los resultados de los campeonatos de San Torcuato celebrados este fin de semana en el Parque Municipal Pedro Antonio de Alarcón en el marco de las actividades organizadas con motivo de la festividad del patrón accitano. Son los siguientes: Lanzamiento … Leer más